Hablamos de equilibrio macroeconómico para referirnos a la situación de igualdad entre la oferta agregada (es decir, el nivel de producción de un país) y la demanda agregada (el conjunto de consumo público y privado) que existe en un mismo sistema económico. Este concepto resulta imprescindible para comprender el campo de estudio de la macroeconomía, puesto que hace referencia a la situación ideal en la economía de un país en concreto.

Tipos de equilibrio macroeconómico

A rasgos generales, podemos identificar dos clases diferentes de equilibrio macroeconómico. Ambas podrán ser estudiadas y representadas de forma gráfica a través del modelo de oferta y demanda agregada (es decir, el modelo OA-DA).

  • El equilibrio macroeconómico a corto plazo, que se produce cuando la cantidad demandada de PIB real es igual a la cantidad ofertada de éste.
  • El equilibrio macroeconómico a largo plazo, que tiene lugar cuando la oferta agregada refleja la producción potencial (es decir, la que se esperaría a corto plazo).

¿Cómo se logra el equilibrio macroeconómico?

Para que tenga lugar el ansiado equilibrio macroeconómico el país debería usar todos sus factores productivos de manera eficiente. ¿Qué quiere decir esto? Que bajo ningún concepto deberían producirse situaciones de paro, existir tierras sin cultivar o fábricas sin explotar. Esta situación idílica entre el nivel de producción y el nivel de consumo es, como ya habrás imaginado, difícil de conseguir. Sin embargo, siempre se pueden tomar una serie de medidas para conseguir el equilibrio macroeconómico a nivel empresarial:

  • Conocer a fondo los costes fijos y los costes variables de la producción de la empresa.
  • Conocer el margen de contribución; es decir, la diferencia que existe entre los costes variables y el precio de venta del producto final.
  • Calcular el margen de venta de manera objetiva y teniendo en cuenta el contexto socioeconómico imperante.
  • Velar por la buena gestión financiera de la compañía, sin tomar decisiones precipitadas.