La política fiscal es un tipo de política económica en la que el Estado controla los niveles de gasto e ingresos. Y todo ello con una finalidad muy clara: mantener la estabilidad económica del país, luchar por el pleno empleo y conseguir el nivel de inflación más bajo posible. Esta rama de la política económica suele darse en las naciones que han pasado por un revés económico de suma importancia, como lo fue Estados Unidos tras la Gran Depresión.

Objetivos de la política fiscal

Cuando un Gobierno decide implementar una política fiscal en sus dominios, lo hace por los siguientes motivos: estimular una economía que no está pasando por su mejor momento (es decir, acelerar el crecimiento económico de una nación), conseguir la plena ocupación de todos y cada uno de los recursos productivos de una sociedad (ya sean humanos o materiales) y lograr la plena estabilidad de los precios (sin que estos experimenten subidas o bajadas demasiado acusadas).

Tipos de política fiscal

Aunque todas las políticas fiscales tengan la misma razón de ser, lo cierto es que existen diferentes modalidades que debemos tener en cuenta. Cada una de ellas cuentan con unas particularidades que las diferencian entre sí:

1. Política fiscal expansiva

Esta política fomenta la demanda agregada cuando la economía presenta cotas de déficit o incluso inflación. ¿El objetivo? Aumentar el gasto público para aumentar la producción, reducir el desempleo e impulsar la economía.

2. Política fiscal contractiva

Al contrario que la política fiscal expansiva, la de índole contractiva disminuye la demanda agregada para generar un exceso de oferta agregada de bienes y servicios.

3. Política fiscal restrictiva

Cuando la economía de un país experimenta una etapa de excesiva expansión, el Gobierno puede implementar una política fiscal restrictiva que frene la demanda agregada y, por consecuencia, la excesiva inflación que está originando.

Efectos de la política fiscal

Cualquiera de los tres tipos de política fiscal que acabamos de conocer afectan a la demanda agregada de bienes y servicios a través de la actividad económica, afectan al comportamiento del consumidor y desplazan la inversión del sector privado.