Invertir en acciones

Hacer una buena inversión nunca es una tarea sencilla, y quien sea inversionista sabe de lo que estamos contando. En general, acertar con una inversión no es tarea fácil. Por ello, si quieres aprender a invertir, te vamos a comentar algunas de las claves más importantes de la inversión en acciones.

Para empezar, tendremos que saber que las acciones representan partes representativas del capital social de una empresa. El poseedor de una acción tendrá el derecho de decidir algunas decisiones que tome la empresa (depende de la parte representativa de acciones que tenga). También, las acciones pueden ser compradas y vendidas en el mercado de valores.

En este punto es donde aparece la inversión en acciones, por lo que es importante tener en cuenta ciertas claves para hacerlo de la manera correcta. Que tengamos en cuenta estas claves hará que invirtamos de manera correcta en acciones o no. Te lo contamos.

¿Cómo invertir en acciones correctamente?

Estas son las recomendaciones básicas para realizar tus propias inversiones de forma correcta y conseguir beneficios.

Controlar los gastos

Cuando decidimos empezar a invertir a través de un bróker (o intermediario financiero) tendremos que tener una cuenta de valores en la que se detallen toda la información relacionada a la compra-venta de acciones y de los dividendos que hayamos obtenido.

Una vez tengamos esto en cuenta, tenemos que tener claro los gastos derivados de invertir en bolsa, que son dos:

  • Gastos de intermediarios (por la entidad financiera o bróker): encontramos la comisión por compraventa de valores, comisión de custodia de valores y las comisiones sobre el cobro de dividendos.
  • Gastos del mercado: encontramos un canon de contratación y un canon de liquidación. Los gastos de mercado dependen de la Bolsa, y no del bróker.

Como consejo, indicamos que tenemos que tener controlados todos estos gastos que se derivan cuando efectuamos una operación en Bolsa. Tenemos que tener claro con quién vamos a realizar la operación (intermediario) y los gastos que vamos a tener, para evitar que anule la rentabilidad que podamos obtener.

Tener claro tu estilo de inversión

A la hora de invertir también tenemos que tener claro el estilo de inversión que vamos a seguir. Encontramos dos, principalmente:

1. Trading

Por un lado, el trading pretende realizar inversiones a corto plazo. Para ello, este estilo de inversión pasa por sacar provecho de las diferencias de valorización de las acciones. Las ganancias se originan por la diferencia de un activo de un período a otro, es decir, por la diferencia que se ocasiona entre su compra y su venta.

Las ganancias que se originan del trading son pequeñas, ya que las inversiones que se realizan son al corto plazo y el riesgo es casi nulo. Por ello, para que obtengamos ganancias considerables operando por trading será necesario que invirtamos una gran cantidad o hagamos un seguimiento continuo de la situación.

2. Value investing

Por otro lado encontramos el value investing (o la inversión en valor), que trata de realizar inversiones a largo plazo y con un estudio detallado de la situación. Al contrario de lo que sucede con el trading, el value investing se basa en analizar a las empresas en las que se invierte y mediante análisis fundamental, elegir cómo y cuándo invertir.

Este estilo de inversión conlleva menos riesgo ya que, supuestamente, se ha analizado la situación de diferentes empresas y nos hemos quedado con la más efectiva.

CONSEJO: recomendamos que tengamos en cuenta criterios sobre si necesitamos el dinero que vamos a invertir, cuánto vamos a invertir y si estamos dispuestos a asumir riesgos. De esta manera, asumiremos un estilo de inversión u otro.

Tener una buena estrategia de inversión

Una estrategia de inversión nos permitirá seguir unas pautas para invertir de la mejor manera y obtener así la máxima rentabilidad disponible. Podremos crea nuestra propia estrategia o seguir una de las creadas por los grandes conocedores de la materia.

No obstante, lo que sí que tenemos que tener claro son los objetivos que queremos alcanzar, cómo los queremos alcanzar y evitar en toda medida las pérdidas que se puedan ocasionar. Los criterios que establezcamos en nuestra estrategia dependerá mucho de estas medidas que hemos dicho, y también del riesgo y la rentabilidad que queremos asumir.

A mayor riesgo, mayor rentabilidad; y viceversa, a menor riesgo, menor rentabilidad. Por ello, aconsejamos que tengas en cuenta estos criterios a la hora de seleccionar una estrategia de inversión que mejor se ajuste a tus necesidades y a tus preferencias.