Los excesos y las malas prácticas cometidas por los bancos y el sistema financiero mundial, han hecho que gran parte de la sociedad se preocupe más en la forma de realizar sus inversiones y manejar su dinero. Por ello, existen diferentes formas de economía alternativa que presentan variantes al sistema financiero convencional, con un mayor componente social y preocupados por otros problemas, que nada tienen que ver con las ganas de dinero sin escrúpulos. De ahí surge la banca ética, que es una nueva forma de entender los bancos, cuyos productos no están destinados a la especulación y a sacar el máximo beneficio, sino que incluyen otras preocupaciones sociales o medioambientales.

Banca ética
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¿Qué es la banca ética?

La banca ética, también denominada banca social o banca alternativa, es una nueva forma de entender el sistema bancario, totalmente diferente a la que conocíamos hasta ahora. Está formada por un grupo de entidades cuya visión empresarial y los productos que ofrece no tiene como objetivo la máxima rentabilidad y beneficio a través del riesgo de sus inversiones, sino que buscan fomentar una economía alternativa, con principios y valores que potencian el desarrollo sostenible, potenciando proyectos sociales que aporten mejoras a la vida de las personas y con una fuerte preocupación por el medio ambiente.

Muchos consideran el concepto de banca ética como un oximorón (algo así como aquello de «inteligencia militar), ya que no conciben la posibilidad de que estas dos palabras puedes ir juntas, debido a la insolidaridad y los escándalos poco éticos en los que se ha visto envuelta la banca a lo largo de la historia contemporánea. Sin embargo, este el nombre más popular que ha adquirido este movimiento que aboga por la economía real, la que no se corresponde con la economía especulativa y que apuesta por proyecto que ofrecen bienes y servicios que sean beneficiosos para las personas.

La gestión de estas entidades se caracteriza por ser muy transparente y apoyar el comercio justo y una economía real que pueda llegar a todos los ciudadanos.  De esta forma, las entidades de la banca ética analiza de forma rigurosa las inversiones que realiza y los proyectos a los que concede créditos en función de los beneficios que pueda aportar a la sociedad y al medio ambiente. Un ejemplo de ello, es la negativa de este tipo de bancos de ofrecer créditos para el consumo personal de las personas, ya que fomenta el endeudamiento para el simple consumo de productos por parte del ser humano.

Si están interesado en una nueva economía alternativa que está surgiendo, te recomendamos que conozcas toda la información sobre la banca ética o social y decidas si quieres poner un cambio a tu forma de entender los bancos: