¿Estás buscando un producto financiero que permita ver crecer sus ahorros? Entonces seguro que se habrá planteado la pregunta ¿qué es mejor un depósito o una cuenta de ahorro?

Por ello, en este artículo queremos plantear cuáles son las similitudes y diferencias que existen entre estos productos y sepas en qué debes fijarte para elegir el producto que más se adecua a tus necesidades personales.

Depósito vs cuenta de ahorro

En el momento que nos planteamos ahorrar, empezamos a valorar las diferentes opciones que tenemos. A partir de ahí, debemos tener en cuenta cuáles son nuestros objetivos de ahorro para eliminar las opciones que no nos interesan. Por ejemplo, si nuestra opción es ahorrar para un futuro cercano, nos olvidaremos de la opción que ofrecen los planes de pensiones, utilizada con la intención de ahorrar dinero para después de nuestra jubilación.

En el caso de buscar ahorrar dinero, además de generar rentabilidad, se nos presentan siempre dos opciones: los depósitos bancarios y las cuentas de ahorro. Veamos en qué consiste cada una de ellas.

  • Por un lado, un depósito es un producto financiero que permite la inversión durante un periodo de tiempo determinado con un tipo de interés fijo o variable, en función del tipo de depósito contratado. Muchos depósitos no permiten retirar la inversión sin sufrir una penalización fijada con anterioridad por la entidad. Pero la mayor diferencia con las cuentas remuneradas es que los tipos de interés suelen ser más interesantes cuanto mayor sea plazo, llegando a doblar o triplicar los intereses que ofrecen éstas.
  • Por otro lado, una cuenta de ahorro es muy similar a una cuenta corriente donde tiene domiciliados sus recibos o nómina y con la que hacer los trámites habituales de una cuenta: transferencias bancarias, ingresos. La diferencia entre estas cuentas es que el cliente recibe una serie de beneficios cada mes en forma de intereses establecidos por la entidad, este tipo de interés se mantendrá fijo en el tiempo y podrá disponer de sus ahorros siempre que necesite, sin estar sujetos a penalizaciones por retirada parcial o total de tu inversión.

De esta forma vemos que los dos productos ofrecen rentabilidades por guardar nuestro dinero. Sin embargo, en las cuentas de ahorro nos obligan a mantener nuestro dinero intacto durante algún tiempo, mientras que en las cuentas de ahorro siempre lo tendremos disponible. Por ello, en el caso de sea posible que necesitemos ese dinero en un futuro próximo, no es conveniente arriesgarse a introducirlo en un depósito y deberíamos decantarnos por una cuenta de ahorro.

A pesar de ello, una de las principales desventajas de las cuentas de ahorro remuneradas es que, al contrario que los depósitos, los intereses no suelen ser muy altos. Muchas cuentas ofrecen sólo rentabilidades interesantes los primeros meses, para luego reducirlos en algunos casos hasta la mitad. Por ello, si lo que buscas es una buena remuneración y tienes claro que no vas a necesitar ese dinero, puedes estudiar la posibilidad de elegir un depósito bancario para conseguir aumentar tus ahorros fácilmente.

Además, con un depósito te obligas a ahorrar porque no puedes tocar tu dinero, mientras que la disponibilidad total del dinero de las cuentas de ahorro puede hacer que no nos comprometamos tanto con el ahorro que queremos realizar. Ahora que ya sabes en qué debes fijarte para elegir entre un depósito y una cuenta de ahorro es momento de tomar tu decisión y empezar a ahorrar desde este momento.