Tipos de seguros de vida

Existen muchos tipos de seguros de vida. Desde seguros de vida puros, hasta otros tipos asociados a fondos de inversión o planes de ahorro que permiten obtener una rentabilidad a través de activos financieros al tiempo que se contrata un seguro de vida.

Clases de seguro de vida

Existen dos tipos de coberturas fundamentales, como son el seguro de vida con cobertura de muerte y el seguro de vida con cobertura de supervivencia.

Seguros de vida con cobertura de muerte

Los seguros de vida con cobertura de muerte cubren el fallecimiento por cualquier causa ya se trate de accidente o enfermedad. Sin embargo, se excluyen el suicidio durante el primer año, fallecimiento en guerra justa extraordinaria o cuando el beneficiario causó la muerte de forma intencional.

Dentro de los seguros con cobertura de muerte encontramos también dos tipos. Estos seguros de vida pueden ser temporales o de vida entera.

Temporales

Los seguros temporales cubren por un periodo de tiempo determinado. El capital es variable, pudiendo distinguirse en el mercado los seguros temporales constantes, en el caso de que el capital no varíe durante la vigencia del seguro; el creciente y el decreciente, cuando el capital va creciendo o decreciendo respectivamente. Los seguros temporales con capital decreciente suelen ser los habituales en los préstamos, ya que también se va reduciendo la necesidades para devolver el total de préstamos.

A su vez, estos seguros temporales pueden ser de prima renovable y de prima constante. En el primer caso se renuevan anualmente, y la prima sube del año en año. En el segundo la prima no varía.

De vida entera

Por otro lado, los seguros con cobertura de muerte a vida entera se comercializan tanto a primas vitalicias como a primas temporales, según que se pagan durante toda la vida del asegurado, o durante el tiempo establecido en el contrato.

Seguros de vida con cobertura de supervivencia

Se trata de seguros de vida – ahorro. En este tipo de seguro, las primas se destinan a la constitución de un capital o renta. Normalmente garantizan una rentabilidad mínima, pero esto depende del tipo de producto.

En este modelo podemos encontrar diferentes tipos de seguro como los unit linked, los planes individuales de ahorro sistemático o PIAS y los planes de previsión asegurados.

Unit Linked

Los unit linked invierten las primas en fondos de inversión dentro de una lista elegida por el inversor en función de su perfil. Como ventaja, este tipo de seguro a rescatable pero, generalmente con penalización. Como desventaja, no hay rentabilidad, ni patrimonio garantizado.

Planes de Previsión Asegurados (PPA)

El PPA está enfocado a complementar la pensión de jubilación. Estos garantizan un tipo de interés mínimo de las inversiones.

Para ello, se van realizando aportaciones, deducible del IRPF. No obstante, no podrán exceder de 10000 € al año o del 30 % de los rendimientos de trabajo y actividades económicas, si esta cantidad fuese menor, hasta los 50 años. O de 12500 €o el 50 % de los rendimientos de trabajo y actividades profesionales, si esta cantidad fuera menor, a partir de la citada anteriormente mencionada.

El capital acumulado puede percibirse en rentas temporales o vitalicias o todo a la vez.

Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS)

En el caso de PIAS, se trata de un producto en el que se obtiene una pequeña rentabilidad, parecida a la de la deuda pública.

En el caso de contratar un PIAS, tendrás que esperar 10 años para recibir las aportaciones. Si se rescata antes se pierden los beneficios fiscales, que es la ventaja de este tipo de producto, ya que no hay retenciones de ningún tipo hasta que se percibe la renta vitalicia, a menos que ser bastante antes de los 10 años.

Las aportaciones máximas anuales son de 8.000 y 240.000 € en total. Garantizan un capital en caso de fallecimiento del titular y el ahorro han aportado se percibe como renta vitalicia. Como ya hemos comentado anteriormente, es un producto muy atractivo fiscalmente, pero su rentabilidad es muy pequeña.