Tipos de mercados financieros

Cuando hablamos de mercados financieros, es posible que escuchemos una gran variedad de nombres de mercados que poseen sus características propias. Y es que resulta que según a qué se haga referencia podemos encontrar muchos tipos de mercados financieros en nuestro sistema económico. Por ello, queremos mostrarte la clasificación de mercados financieros para que los conozcas todos y sepas en qué consiste cada uno de ellos.

¿Cuáles son los diferentes tipos de mercados financieros?

Aquí podrás encontrar las diferentes clases de mercados financieros según los diferentes parámetros.

Según la forma de funcionamiento de los mercados se puede distinguir entre:

  • Mercados directos: Son aquellos mercados en los que el intercambio de activos financieros se realiza directamente entre los demandantes últimos de financiación y los oferentes últimos de fondos. Dentro de los mercados directos se pueden distinguir otros dos tipos: el mercado directo es además de búsqueda directa si los agentes, compradores y vendedores, se encargan por sí mismos de buscar su contrapartida, con una información limitada y sin ayuda de agentes especializados. Ejemplo: mercados de acciones que no se negocian en la Bolsa.
  • Mercados directos con actuación de un broker: se encarga, en este caso, a un agente especializado la búsqueda de la contrapartida.
  • Mercados intermediados: Son aquellos en que al menos uno de los participantes en cada operación de compra o venta de activos tiene la consideración de intermediario financiero en sentido estricto.

Según las características de los activos financieros que se negocian en los mercados se puede distinguir entre:

  • Mercados monetarios: Las características fundamentales distintivas de los activos financieros que se negocian en un mercado monetario son el vencimiento a corto plazo, el reducido nivel de riesgo y el alto grado de liquidez. Ejemplo: mercado de pagarés de empresa, mercado interbancario, etc. El mercado monetario o de dinero es una parte muy importante de los mercados financieros, cuyo papel consiste en asegurar que los fondos líquidos que existen en la economía estén distribuidos de la mejor forma posible y se empleen de una forma óptima.
  • Mercados de capitales: Los mercados capitales son aquellos mercados donde se negocian activos financieros con vencimiento a medio y largo plazo y que implican un mayor nivel de riesgo. Ejemplo: la Bolsa de Valores.

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Según el grado de intervención de las autoridades monetarias en los mercados se puede distinguir entre:

  • Mercados libres: Son aquellos mercados en los que el proceso de formación de precios es libre, de forma que el precio de los activos financieros se determina por la libre concurrencia de la oferta y la demanda, es decir, se determina por las fuerzas del propio mercado.
  • Mercados regulados: Cuando no se cumple la condición vista en los mercados libres, es decir, cuando las autoridades monetarias influyen en el proceso de formación de los precios se dice que son mercados regulados, intervenidos o administrados. Las formas de intervención son múltiples, pudiendo citarse como ejemplos los siguientes: fijar un tipo de interés mínimo o máximo; establecer límites a los precios; mediante la existencia de un coeficiente obligatorio de inversión; etc.

Según la fase de negociación en la que se encuentre los activos financieros se puede distinguir entre:

  • Mercados primarios: Son aquellos en los que los activos financieros intercambiados son de nueva creación. Esto significa que un título sólo puede ser objeto de negociación una vez en un mercado primario, que seria en el momento de su emisión. Por este motivo, los mercados primarios también son llamados mercados de emisión.
  • Mercados secundarios: En estos mercados se comercia con los activos financieros ya existentes, cambiando la titularidad de los mismos; pero para ser comprados y vendidos en mercados secundarios los títulos han de ser negociables legalmente, facultad de la que sólo disfrutan algunos activos financieros. Hay que señalar que no todos los activos financieros gozan de un mercado secundario. Los emisores de activos financieros consiguen financiación en el mercado primario, pero obviamente el mercado secundario no supone la existencia de nueva financiación para el emisor del activo, pero ello no significa que carezcan de importancia, ya que permite la circulación de activos entre los agentes y la diversificación de su cartera, contribuyendo por ello al fomento del ahorro de la colectividad.

Según el grado de formalización se puede distinguir entre:

  • Mercados organizados: Son aquellos mercados en los que existe un conjunto de normas y reglamentos que determinan el funcionamiento de estos mercados. Ejemplo: la Bolsa.
  • Mercados no organizados: Son aquellos mercados en que las transacciones no siguen unas reglas preestablecidas sino que van a depender de lo que se acuerde entre las distintas partes.

Según la cantidad de información que aparece reflejada en el precio se puede hablar de distintas eficiencias:

  • Forma débil de eficiencia: en este caso los precios incorporan la información pasada.
  • Forma semifuerte de eficiencia: se incluye la información pasada y la información pública disponible.
  • Forma fuerte de eficiencia: se incluyen los niveles de información anteriores y, además, la información privilegiada que sólo poseen determinadas personas por razón de su cargo o profesión.