Clasificación de deuda pública

Hablar de deuda pública a día de hoy es un tema muy habitual. Es común que en algunos países la deuda pública sea algo elevada, o algo que pone en cuestión el destino del país.

La deuda pública hace referencia al conjunto de pagos que el Estado de un país debe a particulares, empresas u otros países. Para subsanar este problema, el Estado suele emitir valores (o «acciones del Estado») que representan parte de la deuda que éste debe. Por estos valores, el portador recibe unos intereses o ingresos.

No obstante, la deuda pública admite algunas variantes. En concreto encontramos 3 tipos de deuda pública (aunque, como veremos, podemos encontrar un caso de deuda pública más). ¿Qué diferencias hay entre cada uno de ellos?

¿Cuántas clases de deuda pública existen?

  • Letras del tesoro. Son los valores más habituales y con los que el Estado consigue más financiación. Suelen ser habituales porque tienen un riesgo bajo, lo que quiere decir que quien invierta en ellas suele retornarse el dinero de vuelta sin problemas. Son deudas que pueden ser adquiridas sin problemas. Además, estas letras del tesoro se pueden adquirir para vencimientos de múltiplos de tres (a 3, 6, 9 ó 12 meses). Puesto que estos vencimientos son de poca duración y el riesgo es bajo, estos valores son ideales para el corto o medio plazo si se quiere invertir en ellos. El vencimiento de las letras del tesoro suele ser inferior al año y medio (concretamente de 18 meses). La cantidad a invertir debe ser múltiplo de mil (es decir, 1000€, 2000€, etc…).
  • Bonos del Estado. A diferencia de las letras del tesoro, el período de vencimiento de estos valores es superior, lo que le convierte en una deuda perfecta si se quiere rendimientos al medio o largo plazo. En concreto, son valores que se emiten para 2, 3 ó 5 años. Los intereses que se reciben se realizarán anualmente. Además, el pago de la deuda se hace mediante cupones. Además, la forma de pago de los intereses es prefijada con la adquisición del bono, lo que significa que el usuario que lo adquiera sabrá de antemano el importe aproximado a recibir. Dichos cupones han llegado a usarse (en el pasado) como moneda o letra de cambio. Los cupones eran separados del título de deuda para cobrarse (de ahí que se usasen como «moneda»). No obstante, aunque ya no se usen los bonos de estado en papel, se mantiene el nombre al igual que lo hace su función.
  • Obligaciones del Estado. Las obligaciones del Estado cumplen casi con la misma función que los Bonos del Estado. La excepción es que tienen un plazo de 10, 15 ó 30 años, esto implica que las inversiones se realicen a muy largo plazo. Los rendimientos que se van a generar gracias a estos valores serán los relacionados al cobro del cupón. El cupón se refiere a los intereses anuales generados por la inversión, y por la diferencia entre el valor de compra y el valor de su amortización.

Todas estas deuda pública suelen adquirirse en el mercado de valores (mercado primario). Aunque también pueden comprarse después de la subasta en el mercado secundario. Aún así existe una cuarta deuda que puede ser adquirida:

  • Emisiones en Moneda Extranjera. Es una deuda algo difícil de adquirir, ya que están destinadas para inversores institucionales. Suelen ser emitidas en otras monedas (yenes, dólares, libras esterlinas, …), por lo que corre un alto riesgo de cambio y no suele ser recomendada por las intituciones a aquellos inversores que quieran ver en peligro sus ahorros. Es por ello, que estos valores no suelen estar recomendados para el pequeño y mediano inversor.