El consumo se define como la acción y la adquisición de un bien o servicio. Este concepto de consumo implica todo aquel conjunto de productos y servicios que están puestos a disposición de la sociedad para satisfacer una necesidad o un deseo, una necesidad que puede ser primaria o secundaria.

Con el paso del tiempo esta acción ha dado lugar a lo que hoy en día conocemos como sociedad de consumo, que hace referencia a la producción masiva de bienes y servicios que ha sido causada entre otros factores a raíz del capitalismo y de la globalización, dándose de forma particular en los países desarrollados o bien industrializados.

Los tipos de consumo

Quizá sea la compra racional y la compra compulsiva las dos que más conozcamos, pero lo cierto es que nos encontramos con una clasificación de tipos de consumo algo más específica y a continuación la comprobamos:

  • El consumo racional: son las acciones de compra que finalmente acaban con la adquisición del producto a través de una reflexión y estudio del mismo.
  • El consumo compulsivo: forma parte de aquellas compras que son llevadas a cabo por un deseo y no por una necesidad. El comportamiento en estos casos por parte del consumidor no implica una reflexión directa para adquirir un producto.
  • El consumo sugestionado: tiene que ver con el anterior, pues en estos casos la acción de compra se desarrolla a través del impacto y tareas de marketing por parte de las empresas, mediante anuncios con la intención de influir en los comportamientos de compra del consumidor.
  • El consumo sostenible: es el que se desarrolla en un contexto en el que se atienden a las necesidades básicas pero respetando el medio ambiente y los derechos humanos.
  • El consumo indiferente: detrás de este comportamiento nos encontramos con el total de productos que son adquiridos por lo que el producto ofrece.
  • El consumo experimental: se produce cuando se compran productos nuevos, aunque ni siquiera que hayan probado nunca. En este sentido el componente tecnológico juega un papel muy importante para dejar a un lado el producto que se empleaba y que ahora será sustituido por otro.

Consumo y macroeconomía

Cuando hablamos de consumo y macroeconomía nos encontramos ante la circulación de capital y la relación que existe entre la compra del producto y su consumidor. En este sentido, macroeconomía implica la existencia de un consumo privado y de un consumo público:

El consumo público es aquel que tiene que ver con las compras del Estado, mientras que el consumo privado hace alusión a las adquisiciones llevadas a cabo por las entidades privadas propiamente y las familias.

Consumo y responsabilidad

Hoy por hoy la constante adquisición de productos y la facilidad que se nos ha brindado para conseguirlos en un tiempo récord ha generado mucha controversia en relación a la sostenibilidad. Por este motivo, se hace especial hincapié en lo importante que es un consumo responsable para cuidar el impacto que la producción tiene sobre nuestro planeta.

Por consumo responsable entendemos la capacidad que las personas tienen para valorar mucho más lo que implica el proceso de producción y el recorrido que sigue un producto desde que tan solo es una materia prima hasta que llega a nuestras manos. Además, el consumo responsable implica la calidad del producto, asegurarnos de su procedencia, de cómo se ha fabricado y del papel que las empresas han tomado para desarrollar sus productos y servicios. Por ello, gran parte para lograr la sostenible depende y mucho de nuestro comportamiento y de nuestra actitud.