La definición de fondo de maniobra, también conocida como working capital o fondo de rotación, son los recursos financieros a largo plazo que una compañía requiere para desarrollar su actividad en el corto plazo.

También se entiende el concepto de fondo de maniobra como la parte del activo circulante que se financia a través de recursos de largo plazo y que llegan de los capitales permanentes, como son los créditos de financiación y el neto patrimonial.

El fondo de maniobra resulta necesario para cualquier empresa para conocer el ratio de liquidez. El cálculo del fondo de maniobra puede ayudar a asegurar la supervivencia de un negocio, incrementando además la rentabilidad de ella.

Cómo calcular el fondo de maniobra

En primer lugar es preciso concretar de que se compone el pasivo corriente y el activo corriente.

  • El pasivo corriente son las obligaciones de pago en un periodo corto de tiempo, inferior al año.
  • El activo corriente hace referencia a cualquier activo líquido como tesorería o existencias.

El cálculo del fondo de maniobra se puede hacer a través de dos vías. Por medio de cualquiera de estas dos fórmulas se conseguirá el mismo resultado.

  • Desde la perspectiva de la financiación a largo plazo: recursos permanentes (pasivos no corrientes y patrimonio neto) menos el activo no corriente. Por lo tanto, FM = (PNC-PN) – ANC
  • Desde el punto de vista de la financiación a corto plazo: activo corriente menos pasivo corriente. FM = AC – PC

 

En función del resultado existen tres supuestos:

  • Que resulte positivo: se produce por lo tanto una situación perfecta de equilibrio financiero. La compañía tendrá la opción de atender sus compromisos de pago en el corto plazo.
  • Que sea negativo: los activos corrientes resultan inferiores que el pasivo. Hay una situación de desequilibrio económico. La compañía tendrá problemas para sufragar deudas, con el riesgo de declararse en suspensión de pagos.
  • Igual a cero: el activo corriente y el pasivo corriente son iguales. Sin embargo, se considera que se encuentra en una situación un tanto peligrosa, ya que el activo corriente se financia con préstamos a corto plazo en su totalidad y si se registrase un retraso en un cobro no tendría la capacidad de afrontar los compromisos de pago.