Diferencia entre banca ética y banca tradicional

Con la llegada de la banca ética ha aparecido en nuestra sociedad una nueva forma de entender la banca totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados. La preocupación por saber lo que se hace con nuestro dinero ha llevado a muchas personas a elegir esta opción para depositar sus ahorros, huyendo así de las actividades y prácticas de la banca tradicional. Cuando nos plantemos la posibilidad de apostar por este nuevo modelo de banca, siempre nos preguntamos cuáles son las diferencia que existen entre unas entidades y otras. Por ello, aquí queremos saber en qué se parecen y en qué se diferencian la banca ética y la tradicional.

Similitudes entre la banca ética y la tradicional

Cuando hablamos de banca ética y tradicional, no nos referimos a un banco o entidad financiera concreta, sino al grupo de entidades que poseen una mismo forma de ver el mundo de las finanzas. Por ello, aunque entre los componentes de cada modelo empresarial posean diferencias, las características de su actividad van dirigidas hacia los mismo objetivos.

A pesar de son modelos totalmente diferentes, la banca tradicional y la banca ética posee más similitudes de las que pensamos. Debemos saber que las dos son grupos de entidades financieras que permiten guardar tu dinero, realizan inversiones para obtener una rentabilidad, cobran intereses del dinero prestado y obtienen un beneficio económico. Además, sus estructuras empresariales suelen ser muy parecidas, aunque la forma de actuar en cada una de ellas, sea totalmente diferente. Entonces, ¿en qué se diferencian?

Bancos convencionales vs banca ética

A priori, se puede apreciar como las dos bancas parecen iguales. Sin embargo, las diferencias son notables en la forma de pensar, valorar y actuar, sobre todo la razón fundamental se basa en la finalidad de cada una de ellas.

Objetivos

El objetivo principal de la banca tradicional se centra en conseguir la máxima rentabilidad de sus inversiones y obtener el mayor número de beneficios. De esta forma aporta un gran valor y altas retribuciones a los accionistas y directos de la empresa.

Mientras tanto la banca ética va más allá. Aunque también busca conseguir beneficios que permitan la continuidad de la empresa, valorar conjuntamente el beneficio económico y el beneficio social que aporta la actividad de la empresa.

Criterios de valoración de inversiones

La banca tradicional estudia sus inversiones a través de la rentabilidad económica que pueden ofrecer y los riesgos que puede conllevar las inversiones. Solo valoran su actividad a través de las variables de rentabilidad-riesgo con el objetivo de ganar el máximo dinero sin tener pérdidas.

Por otro lado, la banca ética se centra en impulsar proyectos que tengan un impacto medioambiental y social positivo, poniendo la economía real al servicio de las personas. Evitan la inversión en sectores e industrias y estudian las peticiones de créditos de los proyectos basándose en factores de coherencia, transparencia, implicación en la sociedad, etc.

Intereses

A pesar de que los dos bancos exigen intereses a sus inversiones y financiación de empresas, no son exactamente iguales. Mientras que la banca tradicional exige grandes intereses, la banca ética suele pedir unos intereses razonables con los que pretende llegar a ofrecer servicios a aquellas personas excluidas por la banca tradicional.

Transparencia

La banca tradicional es muy opaca en la gestión de su actividad y es muy complicado conocer cómo se distribuyen sus inversiones. Por otro lado, la banca ética es un ejemplo de transparencia ya que ofrece sus cuenta a todos los usuarios con el objetivo de informar qué se hace con el dinero de los clientes y qué proyectos se han desarrollado.

Participación

La participación en los bancos convencionales suele estar limitada a los órganos directivos y los accionistas que poseen una parte importante de capital. Los pequeños accionistas no tienen posibilidad de implicarse y participar en las decisiones. Sin embargo, muchas entidades de la banca ética ofrecen la posibilidad y animan a todos sus usuarios a que se impliquen y participen en las decisiones de la organización.

Sucursales y cajeros

La banca tradicional con una extensa red de sucursales y cajeros automáticos que permiten a las personas gestionar sus operaciones desde cualquier punto con facilidad. En el caso de la banca ética, su pequeña cuota de mercado le imposibilita desarrollarse de esta forma, por lo que se apoyan más en la banca electrónica o banca online. Además, suelen contar con colaboraciones con otras entidades financieras para que sus usuarios pueden disfrutar de algunos servicios como sacar dinero de los cajeros automáticos.

 

Atendiendo a estos aspectos se puede ver claramente las diferencias que existen entre el modelo de banca tradicional y banca ética. Con esta información depende de las personas la contratación de unos servicios u otros en función de nuestros deseos y necesidades.