Eliminar gastos hormiga

Cuando caminas por la calle, las hormigas son uno de esos animales que pasan desapercibidos por lo pequeños que son. No obstante, sabemos perfectamente porque están ahí. Pero le quitamos importancia porque sabemos que no nos van a hacer nada.

El problema viene cuando se juntan muchas hormigas y forman un buen cúmulo. En ese caso ya nos asustamos. Esta situación es la que más se asemeja a los gastos hormiga de la economía doméstica que te vamos a explicar a continuación.

¿Qué son los gastos hormiga?

Los gastos hormiga son, como hemos comentado, gastos tan pequeños que le quitamos importancia pues pensamos que no la tienen. El problema viene cuando se juntan bastantes gastos hormiga creando un gran cúmulo y suponiendo un problema para nosotros tener que acarrear o pagar estos gastos, pues supone una gran factura a final de mes.

Lo peor de todo es que los gastos hormiga es un gasto inherente a cualquier persona, por lo más mínimo que gaste siempre va a tener un gasto de estas dimensiones. Puede ser desde un simple paquete de chicles, a comer fuera alguna vez, o incluso cualquier compra que vayamos a hacer y no hagamos caso de que hayamos hecho un gasto.

Nos estamos refiriendo a gastos que pensamos que no tienen importancia pero, como hemos dicho, cuando juntamos un gasto hormiga con otro, el dinero que gastamos crece y crece. La mayoría de este tipo de gastos son por impulso, aunque otros son para suplir necesidades que tenemos. Aunque hay formas de evitarlos, y es lo que te vamos a comentar.

¿Cómo evitar los gastos hormiga?

Tenemos que decir que no tenemos por qué evitar a toda costa este tipo de gastos porque, queramos o no, van a estar siempre presentes en nuestras vidas. Ya sea un gasto mayor o menor, los gastos hormiga son gastos que surgen por necesidades del día a día y que normalmente no nos damos cuenta de que existen.

Ahora bien, si realmente tenemos muchos gastos de este tipo lo ideal sería que lo solucionáramos. Para ello, vamos a mencionar algunos consejos sobre cómo evitarlos:

Ser conscientes en lo que gastamos

Lo ideal sería que fuéramos consciente de todos los gastos que tenemos. Para ello, recomendamos que apuntes en una hoja de papel tu día a día y cada uno de los gastos que salen y que no están previstos en un día normal. Es decir, deberemos de excluir gastos como las comidas que hacemos en casa, el gasto en higiene y demás porque somos consciente de ese gasto y ya lo hemos tenido en cuenta.

Establecer un presupuesto

Una vez que tengamos la lista, podremos ver cuáles son los gastos que tenemos y cuáles deberíamos de sustituir o eliminar para que se ajuste lo mejor posible al presupuesto que hayamos establecido.

Deberemos, por otra parte, ser realistas con el presupuesto: no deberemos de colocar una cantidad muy pequeña y que vayamos a pasarla, como tampoco exigir una cantidad grande y que al final gastemos igual que antes de empezar a anotar los gastos.

Controlar los impulsos

La mayoría de estos gastos surgen por impulso: vemos algo que nos gusta y decidimos comprarlo. Suele suceder, sobre todo, en gastos en ropa y en alimentación. Cuando vamos por la calle y vemos algo que nos gusta deberemos de controlar dicho impulso para evitar comprarlo.

Racionaliza tu dinero

Además de establecer un presupuesto para lo que debes gastar, sería aconsejable que racionalices tu dinero para saber en qué vas a gastarlo. Por ejemplo, si decides gastar un total de 100 euros (de los 1000 que recibes como paga), éste sería tu presupuesto. En cambio, si dedicas de esos 100 euros, 50 a comer fuera, 30 en ocio y 20 en ropa, estaríamos hablando de la racionalización del dinero.

Haz esto y planifica cuánto dinero gastarás y en qué.