La industria 4.0

 

La idea de Industria 4.0 surge como consecuencia de la automatización de los diferentes procesos que integran la industria inteligente, así como en la recopilación e intercambio masivo de datos a través de las tecnologías de fabricación.

Podría decirse que el objetivo principal de la industria 4.0 es el de realizar un avance progresivo y una apuesta por la digitalización. Con eso, pretenden conseguir que el funcionamiento integral de una planta esté mejor coordinado para aumentar su eficiencia.

A continuación, te hablamos de la evolución de la industria 4.0 y de su forma de producir.

Precedentes de la industria 4.0

La Industria 4.0 es la forma de industria actual, que aún hoy, sigue en permanente desarrollo. Sin embargo, hay que decir que la industria tradicional ha sido organizada en sucesivas etapas de revolución.

En el siglo XVII surgió la primera revolución industrial en la que se inventó la máquina de vapor. Supuso un cambio sustancial en el ámbito laboral, al poder producir más en menos tiempo.

A mediados del siglo XIX surgió la segunda revolución industrial. Es aquí cuando aparecen el gas, la electricidad y el petróleo como nuevas fuentes de energía. Gracias a ello, surgieron nuevas formas de producción en cadena, que alcanzarán su máximo esplendor con los nuevos sistemas de comunicaciones y de transportes.

Desde el año 2006 se vive lo que se conoce ya como la tercera revolución industrial. Que surge por la aparición de nuevas fuentes de energía renovables, por el desarrollo tecnológico en el campo de la informática y por las nuevas formas de comunicación. A raíz de esta tercera revolución industrial, surge la industria 4.0.

Aspectos concretos de la Industria 4.0

La industria 4.0 es el resultado de una serie de factores que actúan conjuntamente como las herramientas informáticas: software ERP, MRP y la comunicación digital en general. Todo ello permite llevar un mayor control y ser más exhaustivo a la hora de gestionar y dirigir una empresa.

Tipos de herramientas

Estas herramientas introducen cambios esenciales. Por ejemplo, los softwares ERP, que pueden aportar información sobre el estado de producción de una planta recabando datos. Posteriormente, estos datos se sistematizan y centralizan en un dispositivo para dar a conocer el estado de la actividad de la empresa.

Dentro de las herramientas, también cabe destacar el internet de las cosas, que permite la comunicación entre máquinas y objetos con el fin de encontrar soluciones. El fin último es que una máquina por sí sola sea capaz de identificar problemas y solucionarlos de forma independiente.

Además, ligado al internet de las cosas se encuentran también el big data y el cloud computing. Gracias al big data se pueden analizar una cantidad ingente de datos, que de manera tradicional sería imposible recopilar. Y esto unido al uso del cloud computing que, al obtener servicios de computación, permite a nuestra empresa utilizar recursos exclusivamente cuando sean necesarios. De esta manera se optimizan los costes de la empresa.

Gracias a estas mejoras, es posible tener una visión global de las actividades de la empresa que serán fundamentales en la toma de decisiones. De esta manera, facilitamos la identificación de los posibles errores en la cadena de producción, y en general ahorraremos costes gracias a la digitalización de gran parte de los procesos.

Nuestra empresa utilizará una tecnología puntera de la que otras empresas no disponen. Por ello, nuestra empresa será más competitiva y tendrá más éxito frente a sus competidores.

Implementando este tipo de herramientas, conseguiremos crear Fábricas Inteligentes; en las que la comunicación a través de estas herramientas creará procesos de fabricación más ágiles, sencillos y rentables.