El concepto de retribución en el ámbito de la economía y empleo hace referencia al salario o sueldo en forma de dinero o especie que percibe una persona por su trabajo. Dicha cantidad dependerá lo fijado previamente bajo un contrato y dentro de las exigencias legales que establezca el derecho laboral. También puede considerarse como retribución el cobro que obtiene un inversionista por acciones u otros dividendos que reciba.

Dicho dinero será entregado por un empleador, que puede ser una empresa privada o una administración pública, como ayuntamientos, gobierno central o regional.

Por lo tanto, el trabajador recibe una retribución que acuerda con el empleador, que además estará sometida a una regulación legislativa. En este apartado debe hacerse mención del salario mínimo, en donde el trabajador no puede cobrar menos de lo que recoja la ley. Dicha protección legal no afectará a los trabajadores que desempeñan su actividad profesional de manera irregular o bajo la economía sumergida.

Al igual que para el empleado la retribución implica un ingreso, para los empleadores es un coste. Necesitan abonar dichas retribuciones para disponer de producción, que es lo que les facilita la obtención de las ganancias.

Formas de retribución

La definición de retribución no sólo hace mención al dinero que obtiene el profesional por su actividad, ya que también existe el salario en especie o a la carta. Destaca por ser flexible, ya que el trabajador obtiene como ‘recompensa’ a su labor profesional una parte del salario en dinero y otra en forma de productos o servicios.

La retribución suele abonarse a final de mes o a comienzos del siguiente. En teoría la cantidad fijada estará de acuerdo a las responsabilidades y funciones que tenga que desarrollar el empleado, además de las horas invertidas. Cuanta mayor resulte la retribución, más motivación tendrán los trabajadores y más productiva resultará la compañía.