El marketing de servicios es el marketing que, como su nombre indica, se centra en los servicios. Para ello, las estrategias de las empresas tratan de buscar la difusión y la captación de nuevos clientes, sin tener como apoyo un bien tangible.

A diferencia del marketing convencional, el marketing de servicios encuentra su desventaja principal en que no se centra en un bien en concreto, como puede ser una pastelería que vende pasteles. Más bien se trata de ofrecer servicios, como la sanidad, el transporte, la hostelería, etc.

Marketing de servicios y marketing de bienes: diferencias y similitudes

Con el mismo objetivo que sucede en el marketing de bienes, el marketing de servicios busca cumplir con las necesidades de sus futuros clientes o consumidores a través de los servicios que ofertan estas empresas (que sería la actividad económica que realizan).

Los servicios son heterogéneos: esto quiere decir que no será ofrecido ni se percibirá igual por distintos clientes. Al contrario de lo que sucede en los bienes, que suelen presentar semejanzas, las semejanzas en los servicios suelen ser menos frecuentes, sobre todo en satisfacción.

Por otro lado, los servicios no son completamente intangibles: también tienen su parte tangible que les caracteriza y les hace ser más visible. Por ejemplo: en la sanidad, el servicio en sí es la ayuda sanitaria a las personas, mientras que los bienes tangibles pueden ser los hospitales, los centros médicos, los sanitarios, etc.

¿Es difícil crear marketing de servicios?

En parte sí. La razón es la que hemos comentado: su intangibilidad hace que no se puedan comparar tan fácilmente lo que percibe una persona de otra. Además, de que entran en juego otras características personales inherentes a ella.

Por otra parte, algunos aspectos como la calidad del servicio, las sensaciones del usuario, su percepción y la capacidad o fuerza de captar el mensaje hacen que el marketing de servicios suela ser más complicado que el marketing de los bienes tangibles.