Teniendo en cuenta que la frecuencia absoluta es el número de veces que aparece el valor de una muestra de la población, la frecuencia absoluta acumulada es el resultado de todas las sumas de las frecuencias absolutas (valga la redundancia). Este concepto, que resulta clave para comprender el estudio de la estadística, viene representado por las siglas Fi.

¿Cómo se calcula la frecuencia absoluta acumulada?

Dada una muestra de N elementos, la suma de todas las frecuencias absolutas debería dar el total de la muestra estudiada: N. Por lo tanto, la frecuencia absoluta acumulada sería la suma de todas y cada una de las frecuencias absolutas para todos los eventos iguales o anteriores que un valor. Por lo tanto, si queremos calcular esta frecuencia tendremos que hacerlo a partir de variables cuantitativas o variables cuantitativas ordenables.

Al saber cuántos elementos de una lista de datos son menores o iguales a un valor dado, podremos cuestionar si la distribución de frecuencias acumuladas es válida para hacer predicciones a largo plazo. Si dicha distribución no es válida, el pronóstico podría ser sujeto a un error al azar.

¿En qué se diferencia la frecuencia absoluta acumulada de la relativa?

Así como la frecuencia absoluta acumulada es la suma de las frecuencias absolutas de todos los valores iguales o inferiores al valor estudiado, la frecuencia relativa acumulada es el resultado de dividir la frecuencia acumulada entre el número de datos del estudio. Es decir, que la única diferencia que existe entre ambas variables es que la frecuencia relativa acumulada se calcula haciendo una división entre el número total de observaciones (lo que nos facilitará la faena hasta límites insospechados, puesto que no tendremos que ir sumando una a una las frecuencias absolutas).

Por último, ambas variables se representan por las siglas Fi y Ni, respectivamente.