Gestionar la economía familiar

Las economías familiares son toda una fantasía digna de admirar: son los que son y aguantan perfectamente año tras año con una economía impecable. No obstante, no todas son así y a muchas de ellas les cuesta llevar una economía sana debido a múltiples factores como la falta de previsión, falta de ahorro o no consumir de forma eficiente. Pero no te preocupes, aquí te vamos a dar unos simples pasos que puedes seguir para llevar una buena economía en el hogar sin necesidad de muchos esfuerzos.

Pasos para tener una buena economía familiar

A continuación te vamos a dar una serie de consejos para lograr una economía familiar saludable. ¡Toma nota!

1. No escondas nada: ¡comunícate!

Lo más importante es una familia es la sinceridad y la honestidad. Comunica cuantas necesidades tengáis que afrontar y el presupuesto que tengáis para consumir (ahora hablamos de ello) en una reunión en la que expreséis aquello que veáis necesario.

No debes esconder nada ni a vuestros hijos, si tenéis, acerca de vuestra situación económica: hay que ser realistas.

2. El presupuesto de la familia

Este vendrá determinado por los ingresos que entran al hogar menos los gastos que se tengan en cuenta.  Puedes probar el simulador de presupuesto suma cero de Calcuworld para determinar un objetivo para cada ingreso.

Este varía dependiendo de la familia, pues no todos tienen los mismos gastos: colegio, más o menos ropa que consumir, la alimentación, los estilos de vida, etc. Hazte una idea de qué cosas deberéis priorizar y cómo podéis distribuir dicho presupuesto.

3. El ahorro es fundamental

Lo principal que se tiene que tener: un plan de ahorro que cubra las necesidades de cada uno de los individuos. Esto quiere decir que si uno de tus hijos tiene que ir al colegio deberemos gastar dinero en material escolar, pero podemos ahorrarnos algo si compramos libros de segunda mano, por ejemplo.

Ante posibles adversidades de la vida en la que un hogar lo esté pasando mal, siempre hay que pensar en contar con un plan de emergencia que nos libre de estos momentos tan difíciles.

4. Consumir de forma racional e inteligente

No hace falta que ahorremos gastando menos en lo que no usemos o no nos hace tanta falta (de eso hablaremos a continuación), sino comprar ahorrando: comparar precios, calidad y no fijarnos solo en la marca.

Tener una actitud ahorradora implica que no tenemos que conformarnos con lo primero que vemos, sino seguir buscando hasta encontrar ese producto que mejor nos convenga a todos.

5. Renuncia los gastos hormiga

Se tratan de gastos innecesarios que una familia tiene y que, inconscientemente, no se dan cuenta por el importe tan bajo que supone. Es el caso de una chuchería para el niño, un café en el bar de al lado cada mañana o comprar rotuladores cuando ya tenemos por casa.

Ante esto, indicar que podemos erradicarlos los gastos hormiga si de verdad no suponen una mejoría en nuestra vida o un cambio realmente importante.

6. Evita financiarte

Muchas familias tratan de salvar su economía tratando de pedir un préstamo o un crédito en el banco. No obstante, esto puede suponer un error si después de pasado un tiempo no encontramos la forma para devolverlo.

Antes de que esto pase, lo recomendable es planificar, como estamos haciendo, un plan de ahorro que nos evite estar en esta situación. Otra opción en casos extremos, sería solicitar ayuda a un amigo o familiar.

7. Ten las facturas al día

La mayoría de familias tienen hoy en día sus facturas domiciliadas, pero es conveniente que lo tengamos en cuenta por si aún no lo hemos hecho. Es un proceso sencillo y que nos ahorrará muchos disgustos.

8. Asigna roles en tu familia

Los roles sobre las finanzas de la familia normalmente lo llevan los padres: ¿Quién hace la compra? ¿Quién paga facturas o las revisa? ¿Quién hace las cuentas?

No obstante, podemos implicar a nuestros hijos ofreciéndole, al mismo tiempo, educación financiera y estando presente cuando controlemos estas situaciones acompañándonos en todo momento.

9. Haz revisiones frecuentes

Siéntate semanalmente o mensualmente y haz un repaso de todo lo que hemos gastado y ahorrado. Siempre hay algo que podemos mejorar, por lo que te animamos a que seamos capaces de encontrar diferentes vías para alcanzar los mismos objetivos.

10. Date un capricho de vez en cuando

Que evitemos gastos hormigas o que tengamos una economía familiar impecable no significa que, de vez en cuando, podamos pegarnos un capricho. No es una obligación, pero sí altamente recomendable para levantarnos el ánimo cuando más lo necesitemos.