Planifica tus finanzas a largo plazo y controla tu economía

La gran parte de las personas aspira a disponer de los recursos suficientes para tener un futuro sin preocupaciones. A pesar de ello, cuidar las finanzas personales no es una práctica demasiado extendida. Sin embargo, al mover tu dinero de manera estratégica, puedes favorecer el crecimiento de tu capital y cumplir tus metas a largo plazo. Gracias a ello, podrás tomar decisiones acertadas basándote en un presupuesto de gastos y abrir la puerta a la realización de inversiones financieras.

No obstante, establecer un presupuesto implica disciplina, control y revisión de los gastos innecesarios para poder conseguir tus objetivos. En este caso, una planificación financiera equilibrada se visualiza en una serie de factores y elementos. A continuación, destacamos los más relevantes:

  • Poseer una visión global de tus obligaciones financieras sin caer en impagos.
  • Asumir compromisos financieros teniendo las cuentas al día y pensando en beneficios a largo plazo.
  • Planificar metas de forma objetiva, con objetivos mensuales para poder medir resultados. Por ejemplo, de forma anual.
  • Tener el control de cómo quieres planificar tus gastos y vivir tu vida.

Un vistazo a las finanzas personales

Para poder planificar tus finanzas personales, es importante entender los aspectos que las componen. Encontramos siete grandes términos en función de los cuales debes conceptualizar tus finanzas:

  • Ingresos: Entradas de dinero por salarios, prestación de servicios, alquileres de inmuebles o ventas.
  • Gastos: Salidas de dinero por pagos de alquiler, compras de bienes y servicios, gastos de ocio, etc.
  • Ahorro: Dinero reservado para un uso futuro como para gastos médicos, emergencias o imprevistos.
  • Inversión: Colocación de capital para ganancias futuras.
  • Presupuesto: Formulación de los movimientos de dinero dentro de un periodo de tiempo para planificar acciones y cumplir objetivos.
  • Crédito: Préstamos de una institución u otra persona junto con los intereses asociados al mismo. Todos ellos deben devolverse de acuerdo a unas condiciones determinadas.
  • Seguros: Primas para administrar riesgos (vehículos, vivienda).

Cabe destacar que resulta fundamental centrarse en los conceptos de ahorro e inversión. Normalmente ahorrar es una práctica bien vista y extendida, pero invertir no tanto. Sin embargo, es importante saber que los ahorros puede cambiar, debido a que el valor del dinero está fluctuando constantemente. Es decir, un euro que ganes hoy no representa el mismo poder de compra en 10 años.

Por tanto, para poder sacar un mayor partido a tu capital, existen diversas opciones de inversión seguras y al alcance de tan solo un clic. Actualmente, una de las alternativas más accesibles es hacerlo a través de un fondo de inversión.

¿Cómo funciona un fondo de Inversión?

Un fondo de inversión es un instrumento de ahorro/inversión que consolida y agrupa las aportaciones de capital de un conjunto de personas que quieren invertir. Dicho capital es colocado en diferentes activos, como acciones, bonos u otros derivados. De este modo, se accede a mercados que no están al alcance de un pequeño inversor de manera individual.

Para ello, el inversor compra las participaciones del mismo al valor liquidativo del fondo, que es el resultado de dividir el patrimonio del fondo entre el número de participaciones en circulación en cada momento. En este caso, se pueden suscribir (comprar) y reembolsar (vender) participaciones. Por eso mismo, el patrimonio del fondo va subiendo o bajando. A su vez, los cambios del valor de mercado de los activos en los que invierte dan resultados positivos o negativos. En consecuencia, el valor de liquidación del fondo sufre oscilaciones.

Principales ventajas y desventajas

Algunas de las ventajas que tienen los fondos de inversión son:

  • Gestión profesional: Un equipo calificado se encarga de administrar el fondo para garantizar la mejor gestión.
  • Practicidad: Si se realiza de manera particular, debería llevarse a cabo un seguimiento continuo de las inversiones para adoptar decisiones eficientes y tener conocimientos técnicos en el mercado de capitales.
  • Escasas barreras de entrada: Requieren una inversión inicial reducida.
  • Diversificación: Es importante diversificar las inversiones. Es decir, repartir su patrimonio en diversas inversiones para proteger al inversor de posibles errores en la selección de activos.
  • Ventajas Fiscales: Con los fondos de inversión, se puede traspasar el dinero de un fondo a otro, cuando quieras, sin necesidad de tener que tributar por estos traspasos (esto sólo es válido para personas físicas).
  • Acceso a renta fija y a otros activos (que como inversor particular no podrías acceder): Es una buena forma de acceder a bonos y obligaciones no disponibles para inversores particulares por el elevado capital mínimo.

En cuanto a sus desventajas, podemos encontrar las siguientes:

  • Seguridad, un coste adicional: Pero, no todo es color de rosas. La seguridad que provee el fondo de inversión tiene un coste que está incluido en la rentabilidad final que se obtiene. Por ello, es importante analizar las opciones y elegir la que menos comisiones cobre, siempre que el resultado sea similar.
  • Gastos de suscripción y reembolso: También hay que tener presente que algunos fondos tienen gastos de suscripción y venta, ya que los gestores buscan que no sea un producto de trading sino una apuesta a largo plazo.
  • Además, como cualquier otro tipo de inversión, hay que ser conscientes del riesgo de pérdida de capital invertido o ausencia de rentabilidad.

En conclusión, resulta fundamental tener un control de los ingresos y los gastos que manejamos para poder administrar la economía doméstica, pero sin limitarse simplemente a ahorrar. Y es que, al poner a trabajar el capital, podrías maximizar tus recursos y obtener una mayor rentabilidad.

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Ten en cuenta que toda inversión conlleva riesgos, incluida ausencia de rentabilidad y/o pérdida del capital invertido.