Diversos productos, aunque sobre todo los electrónicos, tienen precios distintos en países diferentes. Este es un efecto natural de la globalización económica y del comercio internacional, sin embargo, para muchos no resulta razonable que un producto pueda costar hasta 30% más en España que en los Estados Unidos.
La explicación a la diferencia de precios se da en los aranceles, gastos de transporte, fluctuaciones de divisas, entre otras razones. Todos esos factores alteran finalmente el precio del producto que uno consume. Por tanto, no debería llamar la atención esta diferencia de precios.
Sin embargo, algunos productos también muestran precios distintos en países de la Unión Europea. Ahí la explicación se encuentra en el tamaño del mercado. Para que una empresa pueda mantenerse dentro de un mercado pequeño, necesita márgenes más grandes. Además, a veces es necesario contar con distribuidores locales, quienes también requieren de un margen.
Un ejemplo a esta es la explicación es una posible diferencia de precios entre España y Alemania. El nivel de ventas de ese país permite rebajar los márgenes, cosa que en España no es posible. Cuanto más pequeño es un mercado, así como cuantas más regulaciones tenga, serán mayores los márgenes de ganancias de la empresa.
