Desaparición de las cajas de ahorro

Durante la crisis de 2008 el sistema financiero español se vio sacudido y cambió por completo. Antes de la crisis financiera española existían 350 Cajas de Ahorros, Bancos y Cooperativas de Crédito, actualmente el número se ha reducido drásticamente y apenas llega a 50. ¿Qué ha sucedido? La regulación bancaria provocó la unificación y concentración del sector, el Banco de España fomentó esta práctica alegando que mejoraba la eficiencia de las mismas y proporcionaban mayores beneficios. Durante este proceso la competencia se ha reducido considerablemente, ya que las cajas de ahorro desaparecieron y el mercado financiero es controlado por 7 entidades bancarias.

Vamos a ver por qué desaparecieron las cajas de ahorro en España durante la crisis económica y cómo afectó al sistema económico del país.

Origen de las cajas de ahorro

Las cajas de ahorro surgen a raíz de los Montes de Piedad, entidades benéficas que ofrecían créditos a los usuarios a cambio de bienes materiales. No era necesario presentar avales ni garantías para conseguir el dinero. La primera caja de ahorro se funda en 1835 en Madrid (Caja Madrid), su creación fue impulsada a través de la Real Orden que potenciaba a las provincias a crear entidades que impulsaban el crédito y favorecían la obra social. Las cajas de ahorro siempre han tenido un lado humanitario y de ayuda social, se diferenciaban de los bancos por sus fines sociales.

El Banco de España era el órgano encargado de velar y controlar a las Cajas de Ahorros. Regulaba los fondos de inversión, analizaba el rendimiento de balances y los beneficios obtenidos, además se encargaba de regular la apertura de oficinas y ejercía de coordinador de todas las operaciones que realizaban las entidades financieras. De este modo las cajas de ahorros ofreceían a los usuarios gran variedad de productos financieros al alcance de todos, incluido pymes, autónomos o emprendedores.

Cómo desaparecen las cajas de ahorro

La crisis financiera vivida en 2008 es el detonante de la desaparición de las cajas de ahorro. Durante este periodo de tiempo en España se produce una crisis económica sin precedentes, la banca tuvo que ser rescata y las cajas de ahorro se ven forzadas a unificarse y así reestructurar el sector. En 2010 se pasó de 45 cajas de ahorros a 15 grupos de entidades. Años más tarde se sucedieron diferentes fusiones y absorciones reduciendo el número de cajas de ahorro paulatinamente.

El proceso de fusión y unificación se produjo en algunos casos de manera forzada, algunas cajas de ahorros fueron intervenidas por el Banco de España para que no perdieran su eficiencia. Las primeras cajas de ahorros afectadas fueron Caja Castilla La Mancha y Caja Sur, el proceso de intervención duró meses y debido a lo complicado que resultó se creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

El protocolo de intervención de las cajas de ahorro fue desarrollado por el FROB y se acometió en varias rondas. Las cajas de ahorro fueron vendidas a entidades financieras o reconvertidas en bancos. En total se invirtió 11.559 millones de euros durante todo el proceso de saneamiento y reestructuración.

  • Primera ronda de intervenciones: Caja España-Duero, Catalunya Caixa, Banco Financiero y de Ahorros, Banco Mare Nostrum, Noca Caixa Galicia, Unim Caixa y Banca Cívica.
  • Segunda ronda de intervenciones: Catalunya Banca, NCG Banco y Unim Banc.
  • Tercera ronda de intervenciones: Banco de Valencia, Banco Financiero y de Ahorros, Catalunya Banc, NCG Banco, Banco CEISS, Banco Mare Nostrum, Caja 3, Liberbank y Banco Gallego.

Consecuencias de la reestructuración de las cajas de ahorro

Las fusiones de las cajas de ahorro que se produjeron durante 2010-2014  se llevaron a cabo para mejorar la eficiencia y la capacidad de generar beneficios, pero tras este hecho la principal consecuencia ha sido que las cajas de ahorro han desaparecido. Como consecuencia destacamos:

  • La competencia financiera se reduce drásticamente, actualmente el mercado financiero está en manos de 7 entidades bancarias.
  • La concentración del sector favorece la unificación de productos bancarios.
  • Las pymes y emprendedores tienen dificultades para conseguir créditos. Las cajas de ahorro eran entidades financieras de proximidad, sin embargo los bancos tienen medidas más estrictas y rígidas.
  • La obra social de las cajas de ahorros desaparece, se crea en su defecto fundaciones.

Tras la crisis económica únicamente sobrevivieron dos cajas de ahorros, no fueron intervenidas ni rescatadas, se trata de Caixa Ontinyent y Caixa Pollença. Además de los bancos todavía existen las cooperativas de crédito o cajas rurales, aunque también están amenazas por las fusiones.