En la Bolsa, las acciones pueden comprarse y venderse a cualquier cantidad y precio, siempre que exista contrapartida. Es decir, a una determinada cotización, solo se ofrece un número limitado de títulos y si se desea comprar un número mayor de títulos que el ofertado, el resto se tendrá que pagar a un precio superior. Al mismo tiempo, si se desea vender, hay que ajustarse al precio y cantidad de la demanda.

Estas condiciones, tradicionalmente, se han proclamado en los patios de las bolsas con los gritos de los operadores que desean comprar o vender, pero en la actualidad este sistema está en desuso, y solo se utiliza en determinadas bolsas (NYSE, AMEX). En España, ha existido algo similar en el mercado de corros. Pero se ha impuesto la contratación asistida por ordenador (programa SIBE), que supone más del 95% de las operaciones, se conoce como mercado continuo.