Impuestos

Las energías no renovables suponen un peligro para el medio ambiente inminente, pues no son capaces de revertirse y su coste para la sociedad y el ecosistema es muy alto. Por esta razón, muchas entidades tienen que atenerse al Impuesto sobre hidrocarburos, una medida de especial importancia medioambiental que afecta a aquellas empresas y consumidores de este tipo de energías. Si quieres saber más sobre cómo funciona o qué se debe hacer para pagar este tipo de impuesto sigue leyendo este artículo.

¿Qué es el Impuesto sobre hidrocarburos?

Los hidrocarburos es una de las energías no renovables que, a día de hoy, necesitan ser reguladas para proteger el medio ambiente. En este sentido, es como nace el Impuesto sobre hidrocarburos. Se trata de un tipo impositivo especial sobre combustibles y que de forma indirecta grava aquel consumo que hacen las personas de los hidrocarburos que se utilicen como carburante o combustible.

Se trata de una medida importante, ya que ayuda a prevenir la aceleración del cambio climático y de otras medidas contra el calentamiento global. No obstante, debemos reconocer que no muchos países cuentan con este tipo de Impuesto, siendo España uno de los que sí la tienen.

¿Cómo es el Impuesto sobre hidrocarburos en España?

En el caso de España, dicho gravamen recibe el nombre de Impuesto especial sobre hidrocarburos. Se trata de un tipo impositivo que se aplica en la Península e Islas Baleares, dejando de lado Canarias y las ciudades de Ceuta y Melilla.

Por su parte, este impuesto grava los hidrocarburos que sean utilizados como combustible o carburante. En este sentido, tenemos:

  • Gasolina.
  • Gasóleo.
  • Gas natural.
  • Fuelóleo.
  • Biocarburantes.
  • Entre otros.

Teniendo como supuestos de no sujeción:

  • Uso para fin distinto al carburante o combustible
  • Contenidos en depósitos de vehículos comerciales o contenedores especiales. Es decir, su transporte por el territorio.

También tenemos que tener en cuenta alguna de sus exenciones que pueden ser las siguientes:

  • Gas natural que no sea utilizado como carburante.
  • Transporte por ferrocarril u operaciones dragado.
  • Avituallamiento de carburante en la navegación aérea y marítima.
  • Proyectos con intención de ser productos menos contaminantes.
  • Construcción, pruebas y mantenimiento embarcaciones y aeronaves.

¿Cómo aplica el Impuesto especial sobre hidrocarburos en España?

Como sucede con algunos impuestos especiales que contaminan el medio ambiente, se trabaja con la premisa de «quien contamina, paga». En este sentido, dependiendo de lo que hayamos contaminado, Hacienda nos quitará más o menos.

Igual que sucede con otros Impuestos especiales a favor del medio ambiente como lo es el Impuesto especial del carbón, se deberá pagar por cada gigajulio contaminado. Para hacer más sencillo los cálculos, Hacienda ha establecido una guía por cada 1000 Litros de consumo que te resumimos más abajo en litros. Además, dicha cantidad debemos de medirla en miles de litros del producto a temperatura de 15ºC.

Por tanto, los carburantes quedan de la siguiente forma a pagar:

  • Para gasolina sin plomo 97 octanos o superior: 0,432 € / litro
  • Para las demás gasolinas sin plomo (como 95): 0,401€ / litro
  • Para el gasóleo de automoción: 0,307€ /litro
  • Para el gasóleo de uso agrícola y pesquero: 0€ /litro

Este es el tipo impositivo a pagar para los carburantes más conocidos, existiendo otros que puedes consultarlo en las regulaciones oportunas sobre este tipo de impuesto. Dichas leyes puedes consultarlas a continuación:

Por último, la obligatoriedad de la presentación y del pago de este tipo de impuestos deberá hacerse efectiva a través del modelo 581 que podrás encontrar en la sede electrónica de la Agencia Tributaria. Mediante la autoliquidación e ingreso, con periodo mensual y en un plazo de 20 días naturales en las que se finaliza el periodo, aquellas empresas contaminantes por dichos hidrocarburos deberán presentar dicha solicitud de pago.