Impuesto sobre el carbón en España

El cambio climático sigue necesitando nuestra ayuda y, visto que los humanos no hacemos mucho por paliar este hecho, se hace falta imposiciones económicas para aquellas entidades que dañan nuestro ecosistema. Este es el caso del Impuesto sobre el carbón, un tipo impositivo que se aplica en ciertas circunstancias y que ayuda a que el efecto del cambio climático sea igual pero costoso para algunas empresas. ¿Quieres saber por qué? Pues te lo contamos todo a continuación.

¿Qué es el Impuesto sobre el carbón?

Como su propio nombre indica, el Impuesto sobre el carbón se trata de un gravamen medioambiental que afecta a aquellos individuos que emiten dióxido de carbono y gases del efecto invernadero que afectan a la calidad de la atmósfera. El objetivo principal de este impuesto es desalentar las emisiones que hacen las entidades que más contaminan haciéndoles pagar un impuesto por sus actos.

Si bien es un Impuesto que no está del todo establecido, sí hay algunos países donde han tomado medidas para ello. Uno de estos tratados fueron los que se acordaron en el Protocolo de Kioto, donde no solo se trata de disminuir la emisión de CO2, sino también la independencia de los países en los que abundan los combustibles fósiles y tratan de mejorar la economía a través de medidas para favorecer la economía circular o sostenibles.

¿Cómo es el Impuesto sobre el carbón en España?

Bajo la premisa de «quien contamina, paga», los países más contaminantes han tomado medidas para apaliar este hecho. Uno de ellos es España, quien cuenta con este Impuesto especial sobre el carbón desde hace ya algunos años y que afecta a aquellas entidades que más contaminen.

Se trata de un tributo indirecto medioambiental que se aplica cuando se consume carbón en territorio español, a excepción de Canarias, Ceuta y Melilla. En concreto, se aplica para aquellas operaciones en las que exista una venta o entrega de carbón, se autoconsuma el mismo (porque se tenga una fábrica que deba utilizarlo) o por la no justificación del destino del mismo.

No obstante, este tributo presenta sus limitaciones, ya que si la venta o entrega de carbón se realiza fuera de España o el autoconsumo va directamente vinculado a la realización de las actividades de extracción o producción no se debería de contabilizar como operaciones sujetas a dicho impuesto.

¿Cómo aplica el Impuesto especial sobre el carbón en España?

Para empezar, debemos reconocer que aquellos sujetos pasivos que deben pagar dicho impuesto son los productores, extractores, importadores o adquirentes intracomunitarios de carbón y los empresarios revendedores que realicen las ventas o entregas sujetas al impuesto. Quedando excluidos, por tanto, los siguientes supuestos:

  • Primera venta a empresarios que sean revendedores en España.
  • Primera venta a empresarios que envíen el carbón fuera de España.
  • Puesta a consumo de carbón empleado en los ciertos usos.

En cuanto a los tipos impositivos que se deben realizar varía según los gigajulios consumidos (unidad de medida de energía) y del tipo de uso que se le hace. En este sentido, tenemos:

  • Tipo impositivo reducido (uso profesional): 0,15€ /gigajulio
  • Tipo general de carbón (otros usos): 0,65€ /gigajulio

Para poder pagar y declarar este tipo de operaciones debemos tener en cuenta el modelo 595 de la declaración-liquidación trimestral. Así como el modelo 596 de la declaración resumen anual de las operaciones que la empresa debe presentar. Se debe presentar uno u otro dependiendo de cuando se quieran hace dichas declaraciones.

Por otro lado, si necesitamos más información sobre referencias legales sobre este tipo de impuesto, podemos consultarlo aquí:

  • Normativa de Impuestos Especiales (en español e inglés)
  • Ley 38/1992, de 28 de diciembre, de Impuestos Especiales (BOE, 29-diciembre-1992)
  • Real Decreto 1165/1995, de 7 de julio de 1995, por el que se aprueba el Reglamento de los Impuestos Especiales (BOE, 28-julio-1995)