La estanflación es un término económico que indica que la situación económica de un país no va del todo bien. Es la combinación de inflación y decrecimiento económico y cuando se producen a la vez, es algo catastrófico.

Este término fue acuñado en 1965 por el ministro de finanzas británico, Ian Mcleod. La creación de esta palabra surgió cuando el ministro dijo que el Reino Unido se encontraba en una especie de “stagflation” donde combinó las palabras inflation (inflación) y stagnation (estancamiento).

¿Por qué ocurre la estanflación?

Las causas y consecuencias de la estanflación pueden ser diversas. Primero, tenemos 3 factores que nos indican que un país está en una fase crítica: depresión económica, tasas de crecimiento negativo, alto índice de paro y precios ascendentes. Si un país sufre estos rasgos, es que la estanflación está a punto de aparecer o ya ha aparecido.

Formalmente, sabemos que existe la estanflación cuando el PIB (producto interior bruto) decrece durante dos trimestres consecutivos. Este fenómeno económico está considerado como uno de los peores, ya que es difícil de corregir y de manejar. La estanflación distorsiona totalmente los mercados y coloca a los hacedores de políticas de los gobiernos y sus bancos centrales en una posición muy desfavorecedora.

También este término económico lleva a una recesión de algunos sectores, pero no de todos. De hecho, este movimiento se une al crecimiento de otros sectores.

Existe un dilema en relación con la estanflación, puesto que la política monetaria deberá elegir entre dos opciones para intentar resolver este problema: o elegir las medidas normalmente usadas para incrementar el crecimiento económico, o políticas para luchar contra la inflación que reducen la actividad en una situación delicada (el paro).

Sin embargo, existen programas económicos para combatir este problema que han dado buenos resultados, como por ejemplo: flexibilidad laboral, fiscalidad empresarial incentivadora, y otros muchos más.