Bajo el nombre de brecha salarial, suele aludirse a la diferencia de salarios percibidos por hombres y mujeres respecto de trabajos similares o de similar valor. Desde luego, tal brecha salarial resulta de datos estadísticos, aunque, los datos estadísticos no permiten comprobar el contenido de cada uno de los trabajos. Sin embargo, sí reflejan que, a pesar de que las mujeres suelen tener mejores resultados durante la formación, al entrar en el mercado laboral, los supuestos de mayor responsabilidad y los mejor pagados suelen corresponder a los hombres.

Así, suele entenderse que, con carácter general, la brecha salarial entre trabajos similares realizados por hombres y mujeres, se encuentra en torno a algo más del 12%. Hay quien atribuye esta brecha salarial al cuidado de los hijos, y al hecho de que la mayoría de los contratos a tiempo parcial correspondan a mujeres. Sin embargo, y salvo excepciones, no es menos cierto que la brecha salarial se mantiene también en caso de trabajadoras sin hijos.

No obstante, lo anteriormente mencionado si se comparan la media anual de las retribuciones entre hombres y mujeres, sin ajustar, es decir, sin tener en cuenta otras características de los trabajos, las diferencias se incrementan en más de un 10% respecto de lo anteriormente mencionado. Es decir, hablamos de diferencias retributivas cercanas a la cuarta parte del salario. Al objeto de ajustar lo anterior, se tiene en cuenta la brecha salarial en la media de ingresos por hora, precisamente, porque las trabajadoras suelen trabajar menor número de horas en media.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado hasta ahora, debemos saber cómo se obtiene el cálculo inicial que apuntaba a algo más del 12% de brecha salarial entre géneros. Aun cuando los convenios colectivos no establecen diferencias salariales según se trate de hombres o mujeres, sí que suele darse lo que se denomina la discriminación indirecta. Es decir, que una mujer que realiza un trabajo similar o del mismo valor que un hombre, es contratada con una categoría inferior, por lo que la remuneración, en definitiva, también lo es. Por otro lado, determinar que trabajos tienen valor similar, exigiría que la empresa fuese muy transparente en cuanto la información proporcionada.