Los activos intangibles son bienes que posee la empresa y que no pueden ser percibidos físicamente. Sin embargo, se consideran activos porque ayudan a que la empresa produzca un rendimiento económico a través de ellos. Ejemplos de activos intangibles pueden ser el valor de marca, el conocimiento de metodologías de trabajo, las patentes o el goodwill.

Estos activos intangibles forman gran parte del valor de mercado de una empresa o marca. Por todo esto, ahora la contabilidad incorpora estos elementos como activos susceptibles de generar beneficios en el Plan General Contable.

Clasificación de activos intangibles

La importancia de los activos intangibles provoca que se clasifiquen según diferentes parámetros:

  • Según la posibilidad de tener identidad propia
    • Identificables: marcas o derechos
    • No Identificables: publicidad propia
  • Según su forma de incorporación
    • Adquiridos: concesiones o franquicias
    • Desarollados por la organización: gastos de desarrollo u organización
  • Según si se pueden vender por separado
    • Vendibles por separado: marcas
    • No vendibles por separado: gastos de desarrollo o publicidad
  • Según su plazo de vida legal
    • Limitada: patentes o concesiones
    • Perpetua: marcas
  • Según posibilidad de reconocerlos contablemente:
    • Registrables contablemente: gastos de organización
    • No registrables contablemente: llave de negocio autogenerada