Tipos de desempleo

En general, cuando hablamos del concepto de desempleo o paro nos referimos al conjunto de personas que están en edad de trabajar pero que, por algún motivo, no pueden o no están trabajando.

Los motivos pueden ser múltiples, pues puede que la persona no esté capacitada por ejercer el trabajo por razones físicas o mentales. También puede suceder que no se reúnan unos requisitos mínimos para que ésta pueda ejercer el puesto correspondiente.

En cualquier caso, estos motivos son los causantes de que existan diferentes tipos de paro que son los que vamos a ver a continuación.

Clasificación de las diferentes modalidades de paro

Aquí podemos encontrar las diferentes clases de paro que podemos encontrarnos desde el punto de vista económico, según las características que posea.

Paro cíclico o coyuntural

Este paro cíclico es el asociado a las continuas expansiones y recesiones que se suceden en la economía de un determinado territorio (por ejemplo, un país). En épocas de expansión, el número de personas en desempleo tiende a bajar; en épocas de recesión a subir.

No obstante, cabe destacar que no siempre que se produce expansión en la economía se tiene que generar empleo.

Paro encubierto

El paro encubierto hace referencia a aquellas personas en situación de paro forzoso que, por motivos extraordinarios, no aparece en las estadísticas de desempleo.

Este tipo de paro se da en sectores donde el salario es muy precario, siendo la población laboral tan infrautilizada para este tipo de empleos que siquiera aparece como «ocupada».

Paro estacional

Es el más común y conocido por todos. El paro estacional hace referencia a la fluctuación estacional de la oferta y la demanda que se da en algunos sectores. Dichos sectores solo requieren mano de obra en determinadas épocas del año, provocando paro estacional tras el período indicado (puede ser Navidad, Semana Santa, verano, etc…).

La alternativa que se propone para solventar este paro es la diversificación de la estructura productiva y no depender de las actividades estacionales.

Paro estructural

Es el desempleo que se considera más grave. El paro estructural se da cuando, al demandar determinados puestos de trabajo, el mercado es incapaz de dar respuesta a dicha demanda, pues no hay los suficientes puestos para ellos. Existe un desajuste entre la oferta y la demanda de dicho empleo.

Dicha situación se agrava durante el tiempo, debido a la inadecuación técnica de trabajadores y/o al exceso de solicitudes relacionadas a la vacante de un puesto.

Obviamente, es una de las situaciones que el Estado tendrá que intervenir y lo hará incentivando el empleo mediante actividades productivas adaptables a las nuevas exigencias y el impulso del empleo mediante programas de formación, desarrollo personal o en educación.

Paro friccional

Se trata de paro «voluntario». La propia persona decide ponerse en paro por diferentes motivos: tomarse un descanso, formarse más, encontrar un nuevo trabajo con mejores condiciones, etc…

Los motivos más aparentes del paro friccional es que el empleado no se sentía a gusto con las condiciones que tenía en el puesto que estaba desarrollando, por lo que decide dejarlo para encontrar un nuevo.

Una de las formas más comunes de acabar con este tipo de paro, es que las empresas oferten contratos indefinidos a sus trabajadores, lo que les insta a no dejar su puesto tan fácilmente, ofreciéndole un puesto fijo.

Paro involuntario

El tipo de personas de este desempleo son las más comunes de encontrar en la sociedad española. Se trata de personas que están en edad de trabajar, buscan empleo y aún así no lo encuentran.

Las condiciones mínimas que se exigen para un determinado puesto de trabajo también influye para que el desempleo sea mayor o menor. No obstante, programas de incentivación, y destinando recursos para fomentar la creación de empleo se solventará este tipo de paro.