Invertir en startups

Las startups son últimamente una buena estrategia para poder invertir en ellas y sacar provecho de la situación. Muchos inversores apuestas por estos proyectos sacándole partido y ganando cierta rentabilidad.

Las startups son pequeñas empresas recién creadas que necesitan de financiación empresarial previa para poder llevar a cabo el proyecto o idea en el que tienen materializado las acciones a acometer para obtener sus objetivos.

Son muchas las startups que existen y podemos encontrar a Internet. Aún así tenemos que buscar con detenimiento y pensar un momento en el cuál debemos invertir y qué esperamos de ella. Por eso, vamos a ayudarte a conseguir esto que te has propuesto.

Es normal que te digan que invertir en empresas pequeñas está de moda, y sí, lo es… Pero que esté de moda no signifique que no sea arriesgado o podemos llegar incluso a perder dinero.

¿Cómo invertir en startups?

Las inversiones en startups son inversiones arriesgadas, por lo que es necesario que tome en cuenta ciertos aspectos que te detallamos a continuación.

Invertir a través de redes de crowdfunding

Algunas plataformas de crowdfunding te permiten intervenir en financiación de empresas innovadoras con un capital mínimo no muy grande. Esto es una ventaja enorme, pues si no disponemos de mucha cantidad y queremos invertir, estas páginas web (de crowdfunding) nos pueden ayudar a conseguir encontrar proyectos que se adapten a nuestras necesidades económicas.

Estudio del proyecto

Este es uno de los aspectos al que le debemos dedicar el mayor tiempo posible y la importancia que requiera. Debemos estudiar cuál es la ideal del proyecto, en qué se basará, cómo son sus objetivos y cómo se pretende conseguir.

Debemos analizar la viabilidad (si no lo ha hecho la oferta que hayamos visto) y ver si se puede conseguir con facilidad. Una idea puede ser genial, pero si a la hora de ponerla en práctica no se ejecuta de la manera correcta, puede que se falle a la hora de conseguir los objetivos que se hayan planteado.

Es por eso que, la persona/s encargada(s) de llevar el proyecto asume una gran responsabilidad y poder a la hora de elegir la oferta. Descubrir el perfil de esta persona, ver en qué otros proyectos ha participado (si procede) y conocer cuáles son sus estudios, habilidades, metas de la vida, etc…

Viabilidad del proyecto

Ya lo comentábamos antes. Un proyecto o idea puede ser muy buena, pero si no se sabe rentabilizar de la forma correcta es dudoso de que genere los ingresos deseados y por tanto que se logren los objetivos. Antes de invertir en un proyecto es necesario que revisemos de que esto se puede cumplir. Una pregunta muy fácil para saber esto es hacernos preguntas del tipo: «¿Es original la idea que se plantea en este proyecto?» «¿Se pueden conseguir realmente los objetivos que se plantean con los medios que se ofrecen?» «¿Merece la pena invertir mi dinero para el retorno de la inversión que obtendré?».

Tener paciencia

Y mucha. Para invertir en startups lo mejor que puedes hacer es esperar. La mayoría de proyectos suelen sobrepasar los 3 años. E indicamos 3 años como promedio, pues hay proyectos que se plantea un período superior a dicho tiempo.

Esto se debe al plazo que establecen sus socios para: obtener la financiación necesaria, empezar la construcción o fabricar la idea que se plantea (si es un producto, quizá el proceso dure más), llevarlo a cabo, esperar a que pase un año de ejercicio económico (si se pone en funcionamiento), etc.

Mejores sectores

Hoy en día existen muchos proyectos que tienen mucho éxito, pero solo unos pocos son los que se llevan a cabo y alcanzar lo planteado.

Entre los sectores que más se demandan se encuentran los relacionados con las nuevas tecnologías. E incluimos aquí las apps capaces de resolver las necesidades de las personas. Es el caso de apps de restauración, apps de transporte y apps para venta de productos de segunda mano.