En todos los negocios existen una serie de riesgos empresariales que generar una incertidumbre a la hora de intentar crecer o intentar plantear soluciones a los diferentes problemas que se plantean en el día a día. Cada una de las decisiones que se toman en una empresa, sin importar la importancia que tengan, posee un riesgo para la empresa. Además, no solo hay riesgos en nuestras decisiones, sino que existen riesgos para las empresas que provienen del medio en el que viven, que no pueden controlar, pero que sí pueden intentar minimizar.

Debemos diferenciar los riesgos empresariales de los riesgos financieros. Mientras los riesgos financieros se basan en poder pagar las deudas que posee la empresa y aumentar generar beneficios, los riesgos empresariales se centran en la incertidumbre creada por todas las operaciones de negocio que realice la empresa.

Si las acciones tomadas por las empresas no tuvieran riesgos y siempre fueran seguras, no habría lugar para la competencia y la superación empresarial. Sin embargo, esto no ocurre y vemos que las empresas que corren grandes riesgos en algunas acciones pueden tener un impacto muy positivo o afectarles de forma negativa. Esta es la esencia de la gestión empresarial, por lo que debemos tomar decisiones muy consensuadas y elaborar mapas de riesgos que nos permitan conocer el alcance del impacto que pueden tener las amenazas que nos rodean.

Algunos ejemplos de riesgo empresarial pueden ser las crisis económicas y financieras, control de costes de nuestra empresa, catástrofes o cuestiones medioambientales, la competencia o la reputación de la empresa.

Conoce toda la información sobre la gestión de riesgos en las empresas para evaluar y minimizar al máximo el impacto en la organizaciones.