¿Préstamo de cuota fija o variable?

El mundo de los préstamos es muy grande. Al igual que sucede con otro tipo de financiaciones, existe la posibilidad de que puedas coger un préstamo personal con cuota variable y un préstamo personal con cuota fija. Además de repasar las ventajas de cada uno de ellos, en este artículo te daremos las claves sobre cuál es mejor y por qué. No pierdas detalle de lo que vamos a contarte y toma nota.

Préstamos de cuota fija y préstamos de cuota variable

Préstamos de cuota fija

Los préstamos de cuota fija, o también llamados préstamos con tipo de interés fijo, son aquellos préstamos que no están referenciados a ningún índice de referencia, por lo que la cuota del préstamo será siempre fija durante dure el mismo. Es decir, se pagarán las mismas cantidades mes tras mes hasta que este se venza y se devuelva al completo el capital.

Las ventajas que los préstamos de cuota fija ofrecen al consumidor son claras:

  • Pagamos una cantidad fija mes tras mes, por lo que no nos preocupamos de las posible variaciones a las que pueden someterse las cuotas.
  • Tenemos más tranquilidad al saber que tenemos un gasto fijo mes a mes.
  • Podemos planificarnos con tiempo y saber gestionar nuestras finanzas.

No obstante, esto supone como desventaja principal el hecho de que tendremos que pagar más intereses que los préstamos de cuota variable (dependiendo el caso).

Préstamos de cuota variable

A diferencia de los préstamos de cuota fija, los préstamos de cuota variable o préstamos con tipo de interés variable, estos tienen unas cuotas que varían en función a un índice de referencia como lo es el Euríbor, además de sumarse al diferencial de la financiación. Son los más utilizados en préstamos hipotecarios, aunque también puede darse el caso de tener un préstamo personal con cuota variable para aprovecharse de variaciones negativas de los índices y así pagar menos.

Las ventajas del préstamo de cuota variable son:

  • Pagamos menos según si el Euríbor es negativo o no sube tanto.
  • Las tasas de este tipo de cuotas suelen ser bajas, por lo que no debe de preocuparnos.

La parte negativa es que si el Euríbor empieza a subir y alcanza niveles máximos podríamos entrar en mayores tasas a pagar que lo que se paga con préstamos de cuota fija.

Cuál es la mejor opción: préstamo de cuota fija o de cuota variable

Como bien sabrás, elegir entre uno u otro no es siempre una opción fácil, por eso debemos decirte que la decisión depende del momento económico en el que nos encontremos actualmente. Es decir, que dependiendo de cómo se comporte el Euríbor compensará contratar más un tipo de préstamo u otro.

  • Si el Euríbor se mantiene con valores negativos, quiere decir que los intereses con plazos cortos y con tasas variables son una opción viable. Por eso mismo, se recomienda préstamos de cuota variable.
  • En el caso de que el Euríbor aumentase, por el contrario, lo recomendable sería préstamos con cuota fija siempre y cuando esta no sea superior que lo pagado por una variable.

Tenemos que tener claro que el Euríbor es un indicador y, como indicador que es, tiene sus riesgos, por lo que debemos tener precaución a la hora de contratar un tipo de préstamos u otro. Esto quiere decir que, si bien ahora está en valores negativos, posiblemente dentro de poco se encuentre en valores mayores y no convenga invertir en cuota variable.

Por esta razón, recomendamos hacer previamente un estudio exhaustivo de cómo irá creciendo el indicador Euríbor a lo largo del tiempo o pedir ayuda a un profesional para ello.