El concepto de suspensión de pagos hace referencia a la situación judicial en la que una empresa o un profesional declara su incapacidad de manera temporal para hacer frente al pago de las deudas contraídas con anterioridad con los acreedores.

Características de la suspensión de pagos

En una suspensión de pagos, la compañía cuenta con una importante cantidad de activos, pero no resultan lo suficientemente líquidos para poder utilizarlos y abonar las deudas que mantiene. Suele ocurrir con bastante frecuencia que estos activos sean mayores a las deudas que tiene, pero presenta muchas dificultades para transformarlos en dinero.

El propósito de la suspensión de pagos es alcanzar un nuevo acuerdo, regulado por la ley, con los acreedores, con las empresas o personas con las que tiene deudas. En este nuevo acuerdo se abordan unas nuevas condiciones de pago u otro plazo de tiempo.

Por lo tanto, una suspensión de pagos se caracteriza por tratarse de una situación de carácter temporal, por carecer de liquidez la empresa y por contar con unos activos que superar a los pasivos.

No debe confundirse el concepto de suspensión de pagos con la quiebra.

Ejemplo de suspensión de pagos

Para entender mejor la definición de suspensión de pagos vamos a utilizar un ejemplo. Una empresa cárnica que se dedica a comercializar sus productos por tiendas y restaurantes tardará hasta 60 días en cobrar por sus artículos. Puede darse el caso de que algunos se retrasen en el pago y la empresa cárnica acumule facturas sin abonar pero carezca de liquidez. Los responsables del negocio precisan de dinero para hacer frente a los sueldos de los trabajadores y de proveedores. Podrían declararse en suspensión de pagos, aunque en un plazo breve de tiempo confía en satisfacer las deudas una vez que empiece a cobrar lo que deben las tiendas y restaurantes.