Cuando se habla de elasticidad en economía, se habla de la elasticidad-precio de la curva de demanda de un determinado producto o servicio. En realidad, con el concepto de elasticidad, a lo que se hace es medir la capacidad de respuesta de un determinado bien o servicio a una modificación de precio. Así, puede definirse la elasticidad de la demanda como un cociente de cambios porcentuales de la cantidad demandada y del precio.

¿En qué consiste la elasticidad de la demanda?

En general existe, si todo permanece constante, una relación inversa entre el precio y la cantidad de un bien o servicio que es solicitada o demandada. Sin embargo, no todos los productos o servicios se comportan igual al modificarse el precio. Por ello, se distingue entre aquellos cuya demanda es elástica y aquellos cuya demanda es inelástica.

Una demanda inelástica, supone la existencia de una curva de demanda que tiende a la verticalidad. Por ello, con independencia del precio, el volumen de demanda se mantiene. En estos casos, el coeficiente de elasticidad es inferior a uno (se toman los valores absolutos). Por el contrario, la demanda de un bien o servicio será elástica cuando el coeficiente de elasticidad excede de 1.

La demanda de la mayor parte de los bienes y servicios es elástica, de modo que al incrementarse el precio se reduce la demanda, y viceversa.

Existen también otras razones que influyen en a la elasticidad de la demanda, como son, la mayor o menor necesidad de los bienes o servicios en el corto plazo. Así, los productos o servicios de primera necesidad, tienden a tener una demanda más inelástica que otros, salvo que para dichos productos existan claramente bienes o servicios sustitutivos.

Además, la elasticidad no es constante a lo largo de toda la curva de demanda, pudiendo ser más elástica en el caso de altos precios que para precios reducidos.