El control horario o control de presencia es la contabilización de horas que una empresa hace sobre un trabajador con el objetivo de saber cuánto tiempo real ha estado trabajando y en qué ha dedicado dichas horas. El control horario se efectúa desde que entra hasta que sale del lugar de trabajo.
Objetivos y ventajas del control horario
El objetivo principal del control horario es, como se ha indicado, saber qué horas se han trabajado y cuáles no. Por un lado, permite no excederse de las horas del contrato de trabajo y echar horas extras; por otro, también permite saber en qué horarios ha estado trabajando el trabajador y controlar que no eche menos de lo estipulado, marcando las tareas y la productividad que ha sido capaz de desempeñar.
La principal ventaja del control horario es que la empresa puede tener un control de saber qué trabajadores están en el trabajo en tiempo real. Esto le permitirá gestionar turnos, facilitar un horario más flexible y controlar las tareas que se están realizando. Como posible inconveniente podemos observar la sensación de vigilancia que recibe el trabajador al saber qué horarios cumple o el trabajo que está realizando en ese momento.
Tecnología y control horario en 2020
Con el avance de la tecnología, el método en que las empresas controlaban el control horario se ha visto modificado o modernizado. Del papel y boli se ha pasado a dispositivos y sistemas de registro horario automático capaces de reconocer aquellas personas que están trabajando en una oficina.
Puede ser registro de una tarjeta, lector de huella, lector facial o incluso el ingreso automático desde que se enciende un dispositivo (como un ordenador). También existen determinados software que permite a los usuarios registrar sus entradas y salidas, de manera que es el propio trabajador el que gestiona cuándo entra y sale de la empresa, sin necesidad de un control externo.
