El catastro o catastro inmobiliario es el proceso por el que se conoce el registro de un bien inmueble en un determinado territorio que permite a la Administración pública del Estado tener acceso a dicha información. La información es pública y se va actualizando constantemente.

El objetivo principal de este proceso es poder establecer un control y gestión administrativa estatal de los bienes que se organizan un país o una región, dependiendo de la Administración que lo lleve. Estos bienes inmuebles pueden ser bienes inmuebles rústicos, urbanos o los de caracteres especiales.

Es importante destacar que incluir las propiedades inmuebles en el registro inmobiliario es de obligado cumplimiento desde un punto de vista legal y fiscal, pues otorga validez y constancia pública de las mismas. Esta gestión se lleva a cabo a través del Ministerio de Economía y Hacienda, permitiendo a estos organismos establecer un orden entre los bienes inmuebles y un conocimiento público de los mismos.

Las necesidades registrales que cumple el catastro se cumplen en base a una serie de funciones, entre las que encontramos:

  • El registro público de todo bien inmueble, pudiéndose consultar por cualquier persona que lo quiera hacer
  • Nos da información de la extensión del inmueble, su disposición física, el uso que se le da (vivienda, utilidad comercial, etc) entre otros datos de interés
  • Se incluye información de las personas físicas o jurídicas propietarias de cada bien
  • Se establece una valoración económica del bien, así como el valor fiscal según las obligaciones tributarias que correspondan

Las modificaciones que se vayan a realizar al bien inmueble se tendrán que notificar para poder aplicarse en el catastro. Este catastro es actualizado continuamente para poder ofrecer una información útil, real y veraz.