El bimetalismo (o doble patrón) es un sistema monetario en el que conjuntamente se emplean dos modos de pago (tanto el oro, como la plata). Estos modos de pago se utilizarán como monedas de pago, y las instituciones económicas y financieras pertinentes deberán establecer cuál es la relación entre ambos metales para poder custodiar y establecer unos tipos de cambio razonables.

Una unidad monetaria en un modelo bimetalista debe ser definida por el uso que se hace tanto de la plata, como el que se hace del oro. Gracias a ambos elementos, podremos establecer el patrón a seguir para el intercambio y pago de los diferentes bienes y servicios que hay en un determinado país (o zona en la que se utiliza dicho modelo).

Gracias a la asignación legal de valor, tanto de un material como de otro, se podrá establecer el funcionamiento del sistema bimetálico, en el que existe una relación de intercambio oro-plata. De este modo se establece la funcionalidad, estabilidad y desarrollo del modelo de doble patrón.

Ventajas del modelo de bimetalismo

La principal ventaja que encontramos al usar este modelo es que podemos contrarrestar inestabilidad o eliminarla en situaciones en las que el riesgo o inestabilidad económica estén presente. Si el oro o la plata sufren una caída de valor, podremos compensar las pérdidas con otro metal diferente, cosa que no puede ocurrir en sistema de un modelo de único metal (como el Patrón Oro).

Por otro lado, sus ventajas se vieron atenuadas ya que se contaron con mayores recursos al tratarse de dos metales que se tenían en cuenta como elementos de transacciones. Mientras que, por otro lado, la experiencia de los años ha podido decirnos que poder llevar a cabo este modelo es, además de complejo, poco eficiente para las economías tan fluidas y modernas en las que vivimos.