La amortización anticipada se trata de una operación en la que parte o todo el capital que teníamos pendiente con un banco se adelanta venciéndose antes de tiempo, y ahorrándonos ciertos costes (de los intereses) que veremos a continuación.

Es decir, que si hemos recibido un dinero por adelantado o disponemos en el momento actual de mucho, tenemos la opción de poder adelantar la amortización de un determinado préstamo. Con el concepto de amortización anticipada hacemos referencia a la hipotecaria: el préstamo que hayamos solicitado se verá reducido al incrementar el adelanto.

¿Cómo adelanto la devolución del préstamo?

Como hemos indicado en la definición de la amortización anticipada, la devolución que se puede hacer es doble: todo el capital o parte del mismo.

Si vamos a adelantar todo el capital, la obligación hipotecaria que teníamos contratada se cancela y ya no tenemos por qué pagar los intereses restantes que quedaban hasta su vencimiento o pago total.

En cambio, si devolvemos solo una parte pendiente del principal, el banco nos puede dar dos opciones:

  1. Reducir el plazo de reembolso: pagaremos la misma cuota mensual, aunque el periodo de amortización es menor al haberse adelantado el principal a deber.
  2. Reducir la cuota mensual: es decir, se paga menos al mes aunque el plazo de devolución es el mismo.

Como siempre decimos, desde el punto de vista financiero, lo recomendable sería acortar plazo (se paga más en menos tiempo). Esto se debe a que el interés generado en el plazo y la cuantía serán menores.

Entonces… ¿Reduzco cuota o plazo?

Depende. Cuanto antes se devuelva el préstamo, mejor. Los primeros años son la clave para evitar tener que estar pagando intereses, sobre todo al inicio de la operación que suelen ser más abundantes.

Si se tarda en devolver el principal, ahorraremos menos ya que hemos pagado ya muchos intereses.