Cada vez son más los conductores que buscan nuevas nuevas técnicas para reducir el consumo de combustible en sus vehículos. En la red, en los periódicos, en las revistas especializadas, aparecen cada día nuevos estudios y recomendaciones a seguir a la hora de ponerse al volante. El Instituto para la Diversificacion y Ahorro de la Energía (IDAE) publicó hace unos años un manual sobre “La conducción eficiente”, con el que se logra un importante ahorro de combustible, se reducen las emisiones de gas a la atmósfera y se aumentaba la seguridad del conductor y pasajero. Antes de entrar en materia, un buen consejo es mantener nuestro automóvil en las mejores condiciones; en ocasiones, incluso cambiar de automóvil nos puede evitar gastos innecesarios. Así pues, si tu vehículo está en mal estado o es muy antiguo, echa un vistazo a los precios de los coches de segunda mano, km 0 o nuevos; puede que no lo veas claro ahora, pero a la larga el cambio te saldrá rentable.

Existen algunos trucos que podrías no conocer pero, si los conviertes en buenos hábitos a la hora de conducir, reducirás significativamente el consumo de combustible. Para empezar, la primera norma para ahorrar gasolina es no encender nunca el motor pisando el acelerador. Una vez arranques, debes cambiar a segunda tan pronto como puedas, el uso de la primera marcha debe ser casi testimonial. Si tu automóvil es diésel, espera hasta que se apague el testigo de precalentamiento para arrancar y, ya con el motor en marcha, aguarda unos segundos y deja que el mecanismo de lubricación adquiera su punto de eficacia. Ya en circulación, se recomienda evitar los frenazos y cambios bruscos de dirección, mantén una velocidad uniforme, en la medida de lo posible, y usa, siempre que puedas, marchas largas (la cuarta o la quinta). Para detener el vehículo, si la velocidad y el espacio lo permiten, pisa el freno con suavidad y deja la marcha engranada, sin reducir a una más corta, al no acelerar el consumo es prácticamente nulo gracias a la inercia del movimiento de las ruedas sobre el motor.

Conviene aquí también desmontar el mito de la cultura popular automovilística de que el vehículo en punto muerto no gasta, ya que, de hecho, sí que consume un poco de carburante, por lo que es siempre mejor dejar la marcha puesta y dejar de acelerar que avanzar en punto muerto. Asimismo, el hecho de apagar y encender el motor de un vehículo no supone más gasto de carburante. Por ello, detener el motor cuando nos encontremos en atascos o incluso en paradas de más de 1 minuto nos supondrá un menor gasto diario de gasolina. Si además de tener en cuenta estas recomendaciones, realizamos un buen mantenimiento de nuestro automóvil, podremos ahorrar no solo en combustible sino también evitar otros gastos relacionados.

Por último, podemos también aprovechar las ventajas que ofrecen algunas aplicaciones móviles, que en su afán de sumarse a este tipo de iniciativas, incorporan nuevas soluciones que nos permitirán ahorrar dinero al volante. Para empezar, si queremos pagar menos a la hora de repostar, disponemos de las aplicaciones de Gasolineras España y Gasolineras Baratas, la cuales nos informan de las estaciones de servicio con el precio del combustible más barato. Otra manera de ahorrar es compartir costes, para hacerlo contamos con aplicaciones como las deBlaBlaCar o Carpooling, con las que podemos compartir coche con otras personas y dividir gastos. E incluso existen aplicaciones que nos ayudan a conducir de manera más segura, económica y eficiente como la de Arval Drive Challenge y la de AXA Drive, con las que podemos evaluar nuestra conducción e informarnos sobre cómo mejorar el rendimiento de nuestro automóvil. Haz uso de estas aplicaciones y sigue los consejos que te acabamos de dar, y comprueba cuánto lo agradecerá tu bolsillo a final de mes.