El precio de la gasolina depende de muchos factores, entre ellos la oferta y la demanda de crudo, las decisiones políticas de los países exportadores y el coste del transporte y la logística, aunque muchos consideran que buena parte de la culpa del encarecimiento de este producto básico para el desarrollo económico de un país la tienen las petroleras.

¿Por qué no para de subir el precio de la gasolina?

En los últimos meses estamos asistiendo a una continua subida del precio de los carburantes, algo que en época de crisis despierta especialmente la atención porque se trata de una materia prima clave que si se abaratara supondría un importante impulso para la recuperación económica. Y que es importante tener en cuenta a la hora de comprar un coche o gasolina o diésel. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), tanto el precio de la gasolina como el del gasóleo se puede desglosar en:

  1. El precio de la materia prima: el petróleo, que presenta aproximadamente el 48% del precio final.
  2. Los costes fijos: es decir, la logística y la distribución, que suponen alrededor de un 9%.
  3. Los Impuestos: que en España suponen el 43% del total, se trata del IVA, el impuesto especial de Hidrocarburos y el impuesto sobre ventas minoristas.

Así las cosas, la AOP argumenta que más del 48 % del precio final del litro de combustible se debe a los impuestos mientras que el Gobierno español argumenta que es el cuarto país de la Unión Europea que menos grava el precio de los carburantes, que- asegura el Ejecutivo- se sitúa por debajo de la media comunitaria que está en el 49.8% para la gasolina y en el 47,7% para el diesel. Además, tanto la Comisión Nacional de la Competencia como el Ministerio de Industria han denunciado en reiteradas ocasiones los elevados márgenes de las petroleras y la escasa competencia en el sector. Para mitigar estos efectos el Ejecutivo ha limitado los contratos de exclusividad de los operadores de 5 a 1 año y ha eliminado las barreras para fomentar la apertura de más estaciones de servicio, unas medidas que -al menos de momento- no han conseguido frenar la escalada de los precios.

Otro de los aspectos que llama poderosamente la atención y que pone de manifiesto ciertas prácticas ilegales, es que es España sea bastante más barato repostar el lunes, ello se debe  a que este día de la semana es cuando las petroleras comunican a Europa el precio para su seguimiento y control a nivel continental.

Ante ello, los consumidores quedan a merced de unos y otros, y las únicas armas posibles que quedan a su alcance para combatir la subida del precio del carburante -y que sus bolsillos se vean afectados lo menos posible- es seguir una serie de consejos para ahorrar gasolina como realizar una conducción eficiente y revisar el vehículo y los neumáticos.

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