Tasa tobin

Cada vez son más frecuentes los impuestos a las transacciones financieras entre diferentes agentes de la economía, particulares e inversores que necesitan hacer cambio de divisas o demás. El caso es que el tema ha calado hondo, siendo incluso motivo de disputa política, sobre todo entre países de la Unión Europea.

¿Qué es la Tasa Tobin?

Se trata de un impuesto que grava las operaciones realizadas entre entidades financieras y en la que una de las partes tiene relación o es interviniente con la Unión Europea. La tasa, cuando se aprobó, no se aplica directamente a ahorradores y pequeñas empresas: no se incluyen activos como las hipotecas, los préstamos, seguros y operaciones entre los aprticulares.

La tasa, inicialmente, se reflejaba en que iba a ser de 0’1% para cada operación con acciones o bonos y 0’01% para el resto de productos derivados.

James Tobin, creado de dicha tasa impositiva, decidió que fue buena idea hacerse con esto para desacelerar la especulación de divisas que estaba sucediendo en Estados Unidos, tras su salida de los acuerdos de Bretton Woods.

Objetivo de la Tasa Tobin

El el objetivo de la tasa Tobin, inicialmente, era restar la rentabilidad de las operaciones especulativas, anulándose con una tasa impositiva realmente baja (entre 0’1% y 0’25%) para operaciones a corto plazo llevado a cabo entre particulares.

No obstante, la tasa Tobin no consiguió llevar a cabo su objetivo principal e inicial, y en las décadas siguientes se ha visto un nuevo objetivo para dar uso a este tipo de tasa: frenar el número de transacciones financieras que se estaban llevando a cabo. Actualmente, las tasas de transacciones financieras (o FTT, Financial Transaction Tax) tienen poco que ver con la propuesta que más arriba comentábamos. En su defecto, el nuevo objetivo de esta tasa es buscar una actuación fiscal sobre la operativa de los mercados financieros y, en la medida de lo posible, poder controlarlo.

¿Cómo funciona la Tasa Tobin?

Deberás saber que, en algunos casos, la tasa Tobin nos puede afectar dependiendo de las operaciones que llevemos a cabo.

Si una empresa que cotiza más de 1 000 millones de capital lanza acciones y las compramos, las operaciones de compra-venta puede tener una carga fiscal de 0’2% más, a pesar de que tengamos un beneficio o pérdida patrimonial. No puede parecernos peligroso, ni muy grande… En cambio, si la rotación de la cartera es elevada, el 0’2% puede suponer una mayor carga fiscal de lo que imaginábamos (sobre todo si conseguimos grandes beneficios).

Por otro lado, en algunos fondos de inversión de renta variable puede verse disminuida su rentabilidad, ya que incluirá algunos valores de la empresa con acciones que puede que la tasa haya hecho estragos. Ya dependerá del volumen que ésto sea mayor o menor, y que nos afecte más o menos.

La tasa Tobin también afecta al mercado de renta variable, pues los inversionistas extranjeros pueden verse obligados o mentalizados a mover sus inversiones a otros mercados que no sean españoles o europeos, con el fin de que no se le cobre dicha tasa. Obviamente, se tendrá en cuenta la caída del volumen de negociación que pueda suponer para la bolsa española.