Principales requisitos de los préstamos personales

Hoy en día, solicitar préstamos es una opción muy común, ya que te permite gastar un dinero más elevado del que podrías afrontar. Por ese motivo, si estás pensando en optar a uno, siempre puedes recurrir a un portal crédito. Y es que, en la actualidad, hay muchas entidades que ofrecen diversos tipos de préstamos, adaptados a las necesidades que tenga cada persona.

En este sentido, en el caso de querer una ayuda externa para hacer frente a un gasto en concreto, los préstamos personales son una de las mejores modalidades. ¡Te explicamos por qué!

Los préstamos personales y todo lo que ofrecen

Cuando hablamos de préstamos personales, nos referimos a los créditos que los bancos y otras entidades ofrecen a las personas. Es decir, de forma individual. Normalmente, el principal objetivo de estos productos financieros es solventar un determinado gasto o realizar inversiones en la compra de productos y servicios.

Por lo general, este tipo de préstamos son los que más intereses tienen y los que, al mismo tiempo, otorgan una menor cuantía. Esto se debe a que es el tipo de préstamo con mayor riesgo de morosidad.

Las principales características de los préstamos personales son varias. Por una parte, la cantidad ofrecida no suele superar los 30.000 euros y los conceden entidades bancarias comerciales. Asimismo, el plazo de devolución suele ser a corto o medio plazo y suele tener comisiones de apertura y cancelación.

Por otra parte, están destinados a la compra de bienes y servicios que puedan suponer una elevada cantidad de dinero. Por ejemplo, un ordenador, estudiar en el extranjero, un coche, etc. Por último, los bienes presentes y futuros del prestatario quedan como garantía genérica. Esto se debe a que el prestamista no suele contar con una garantía para el recobro de la cantidad prestada.

¿Cuáles son las condiciones y requisitos para poder pedir un préstamo personal?

Las entidades bancarias tienen la obligación de imponer una serie de requisitos para poder conceder un préstamo personal. De esta manera, se aseguran de que el prestatario solvente el pago de la cantidad solicitada.

  • Ser mayor de edad: En primer lugar, el cliente que quiere acceder a este servicio debe ser mayor de edad. En caso de no serlo, necesitará una autorización de sus padres o tutores.
  • Poseer un historial crediticio favorable: Ello servirá para certificar que su situación económica le permite afrontar la deuda. Es decir, debemos disponer de medios para afrontar la deuda.
  • Ingresos mensuales: La concesión y la cuantía del préstamo dependerá del tipo de ingreso mensual que tengamos. Por ejemplo, si nuestros ingresos son altos, el prestamista nos dará más dinero que a alguien con ingresos más bajos.
  • Situación laboral: Es otro de los aspectos que más valoran las entidades de crédito. Por tanto, las personas asalariadas, aquellas con un contrato indefinido o quieren tengan cierta antigüedad, tendrán más posibilidades de acceder a un crédito de un importe mayor,

Esto no quiere decir que por tener dieciocho años puedas recibir un préstamo. Si el cliente no garantiza solvencia económica, no podrá obtener un préstamo personal. También puede ser que el prestatario tenga una edad avanzada y no tenga empleo ni bienes con los que avalar el préstamo. En este caso, hay una solución, puedes contar con un avalista. Es decir, un tercero que se compromete a amortizar la deuda en el caso de un impago.

Por último, es necesario tener un nivel de endeudamiento sano y no aparecer en ficheros de morosos. Si ya tienes otros créditos contratados, es probable que la entidad bancaria deniegue otro préstamo. Esto se debe a que la operación podría suponer un riesgo para el prestamista.

¿Qué diferencia hay con otras formas de financiación como los créditos?

Existen otras formas de financiación como, por ejemplo, los créditos. Un crédito es una forma de financiación más flexible que el préstamo. Este permite acceder a la cantidad de dinero prestada según las necesidades de cada momento.

No obstante, el crédito establece un límite máximo de dinero del que se podrá disponer parcial o totalmente. Además, otra diferencia es que los intereses del préstamo los conocemos de antemano y son menores que los de los créditos.

Como ves, los préstamos personales puede ser una buena opción siempre que cumplas los requisitos que acabamos de comentar. Así que es importante valorar todas las alternativas y decantarte por la más adecuada para ti.