Paula García
Así afecta el estrés financiero a tu salud mental

La crisis no solo afecta a la economía de las personas, sino que también tiene una repercusión notable la salud. La pérdida de empleo, la disminución de las rentas fijas, la subida del euríbor y, como no, la inflación, influyen directamente en nuestro estado anímico. Por tanto, pasar por este tipo de situaciones, puede acabar provocando estrés, ansiedad o depresión.

Cuantificar los efectos de este estrés financiero en la salud mental de la población no es fácil. Además, el hecho de que afecten de distinta manera a según qué grupos de personas lo complica aún más. Y es que, podemos encontrar desde familias vulnerables, desempleados o inmigrantes hasta ancianos con pensiones bajas.

En estos casos, muchas de estas familias en riesgo de exclusión se ven obligadas a recurrir a los préstamos de una entidad como Wandoo. De este modo, se convierten en una herramienta ideal para que puedan llegar a fin de mes con todos los suministros pagados, así como afrontar cualquier tipo de gasto fijo o los gastos de alimentación mensuales que son cada vez más elevados.

Los problemas económicos pasan factura

Un informe publicado en la revista American Psychological Association, titulado Paying with our health, ya lo dejaba claro años atrás: el estrés crónico causado por las dificultades económicas pasa factura.  Entre los desafíos más comunes, se encuentra la dificultad de ahorrar, los gastos inesperados y la subida de precios.

Según apuntaba el estudio, una mala situación financiera puede derivar en sedentarismo, abuso de sustancias, trastornos de alimentación e, incluso, problemas físicos causados por la somatización. Por tanto, la relación entre los problemas económicos y una mala salud está más presente que nunca.

Consejos para afrontar una mala situación financiera

La Mental Health First Aid International quiso dar unos consejos para intentar minimizar las consecuencias negativas de las calamidades económicas. Podemos destacar lo siguiente:

Optar por ayudas económicas

Entre ellos, destaca la búsqueda de algún tipo de ayuda económica que muchas veces está ahí, pero no se recurre a ella. Cuando resulta difícil pagar los suministros, especialmente la luz y el gas, en estos momentos en los que la crisis energética no da tregua, conviene comunicarlo a las compañías. Muchas veces se puede optar a un bono social o una ayuda de otro tipo que conviene investigar en detalle.

Mentalizarse de la situación

Ante esta situación, la mentalización de la situación es importante, ya que ignorar que se está en un mal momento solo empeora las cosas. Si hay que tomar medidas, lo mejor es hacerlo en cuanto antes y, si es posible, recurrir a un asesor financiero para que te ayude desde el punto de vista financiero.

Priorizar los gastos

Establecer prioridades en los gastos es una buena manera de organizarse y evitar aquellos que suponen un mayor desembolso económico. Las aplicaciones de finanzas en el móvil ayudan a muchos usuarios a organizarse y a ver gráficas de los gastos mensuales.

Las generaciones más jóvenes no presentan un panorama más alentador. De hecho, la encuesta Global 2022 Gen Z & Millennial deja claro que dos de los desafíos a los que se enfrentan las nuevas generaciones son el elevado coste de la vida y la salud mental, que se ha visto muy deteriorada desde la pandemia.

Consecuencia del estrés

Las principales consecuencias del estrés radican en la toma de decisiones de los individuos. Debido a una serie de factores neurofisiológicos, la lucidez se ve afectada, sobre todo si el estrés es prolongado. Decidir en estas condiciones puede llevar a equivocaciones, ya sea a la hora de emprender, invertir o responder ante una deuda.

Las enfermedades cardiovasculares, infecciosas y autoinmunes están muy relacionas con episodios de estrés. De hecho, la Fundación del corazón advierte que, cuanto menos estrés tenga un individuo, menores serán sus posibilidades de tener un episodio cardiovascular.

Esta relación, tal y como apuntan desde la fundación, ha tardado en demostrarse y se consiguió hacer con estudios epidemiológicos después de tiempos de crisis o catástrofes. Hoy en día, puede decirse bien alto: el estrés puede acabar causando enfermedades cardiovasculares.

Que el dinero no da la felicidad está claro, pero no se puede negar que ayuda y facilita la vida de las personas. Y es que, tener las necesidades básicas cubiertas y poder llegar a fin de mes es, se mire por donde se mire, una tranquilidad.

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