¿Cuál es mi capacidad de endeudamiento?

Posiblemente hayas escuchado este término en algún folleto informativo de algún banco. Se trata de un concepto muy usual en el ámbito de las finanzas y contabilidad, siendo este un factor clave para los ahorradores y también para los inversores. Sin embargo, el término también es utilizado para las finanzas personales, por lo que en esta ocasión vamos a ver en qué consiste nuestra capacidad de endeudamiento, la importancia de saberla y cómo calcularla. ¿Estás preparado/a? ¡Pues sigue leyendo!

La capacidad de endeudamiento: qué es y por qué es importante conocerla

Cuando una persona tiene sus ahorrados en reposo y no los utiliza, la capacidad de endeudamiento de esa persona es casi nula. Este indicador es muy necesario a la hora de tener en cuenta la financiación a la que podemos acceder, ya que de otro modo estaríamos cometiendo un grave error y podemos poner en peligro nuestra economía.

La capacidad de endeudamiento puede definirse como el capital máximo que una persona está dispuesta a sostener antes de entrar en quiebra. Es decir, se trata de lo máximo que una persona es capaz de endeudarse antes de que sus finanzas no puedan soportarlo y entre en quiebra.

Según los expertos, la capacidad de endeudamiento de una persona no debe superar el 35-40% de los ingresos netos mensuales que esta percibe o, lo que es lo mismo, los ingresos que percibe menos los gastos fijos de dicho mes en curso.

La importancia de conocer nuestra capacidad de endeudamiento

Conocer el porcentaje de ingresos mensuales que podemos destinar al pago de cuotas de préstamos, créditos y otras financiaciones es importante. Nos permite saber hasta qué punto podemos establecer el límite y financiarnos o pedir préstamos.

En base a ello, tener una buena educación financiera dice mucho sobre nuestra preocupación por hacer las cosas bien, además de ser precavidos con nosotros mismos y saber hasta cuánto podemos amortizar las cuotas de las financiaciones a las que accedamos. Si tenemos conciencia de ello, podemos saber qué préstamos podemos pedir, si nos lo podemos permitir y si es mejor buscar otras alternativas más viables según nuestro perfil.

Ten en cuenta todo esto, ya que entrar en una lista de morosos por impagos o hacer crecer nuestra deuda no es algo que agrada a nadie, mucho menos a los bancos.

Cómo podemos calcular nuestra capacidad de endeudamiento

Conocer a ciencia cierta nuestra capacidad de endeudamiento es algo completamente imposible. Nunca vamos a saber al 100% cuál es nuestro límite exacto y hasta cuándo vamos a poder financiar proyectos o acceder a préstamos o créditos. Por este motivo, tenemos que advertir que lo que vamos a explicar a continuación son estimaciones. Recuerda que en un mes te pueden venir nuevos gastos fijos o variables que pueden alterar tu capacidad para endeudarte (por ejemplo, tener que cambiar una lavadora).

Dicho esto, las variables que vamos a tomar son las de ingresos y gastos fijos:

  • Ingresos. Recuerda no solo incluir el sueldo que ganas, sino también compensaciones como ayudas económicas, subvenciones o rentas que percibas.
  • Gastos fijos: hipoteca o alquiler, luz, gas, educación, transporte, alimentación, etc. En definitiva, todos aquellos gastos que los tenemos mensualmente. Podemos hacer una media de cuánto nos costará, en el caso de la luz o gas, por ejemplo.
  • Gastos variables. Aquí pueden entrar gastos que tienes al mes y que no esperabas tener o que son poco habituales. Un buen ejemplo es el de la reposición de la lavadora que indicamos anteriormente.

Teniendo en cuenta que podemos endeudarnos un 40% como máximo teniendo en cuenta nuestros ingresos mensuales netos, la fórmula para calcular nuestra capacidad de endeudamiento es la siguiente:

Capacidad de endeudamiento = (Ingresos del mes – Gastos fijos – Gastos variables) x 0.40