El INE ya auguraba en su informe adelantado un incremento del 0’5% este pasado julio, y los datos han sido confirmados, sumando una décima más que en junio. Los precios comenzaron el año con un alza del 1% en enero para subir al 1,1% en febrero, el 1,3% en marzo y el 1,5% en abril. Sin embargo, en mayo la tasa descendió hasta el 0’8%; y junio bajó otras 4 décimas la tasa, llegando a mínimos de hace 3 años.

Las causas de este aumento de precios son por un lado las frutas, cuyos precios no han bajado tanto como en el 2018, y el encarecimiento de los precios de los carburantes. La vivienda, por su parte recortó dos décimas su tasa interanual en julio, hasta el -1,7%, por la estabilidad de los precios del gas, mientras que la tasa anual de hoteles, cafés y restaurantes bajó dos décimas, hasta el 2%, debido a que los precios de los servicios de alojamiento subieron menos que en 2018.

La tasa interanual de julio es la trigésimo quinta tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 0,5% superiores a los de hace un año. Con estos datos, el IPC interanual retoma la senda alcista tras haber encadenado dos meses consecutivos de descensos después de que en mayo bajara siete décimas de golpe y en junio cuatro décimas.

En cuanto a la inflación subyacente, que es un indicador más estable y excluye alimentos frescos y energía, se ha sostenido en una tasa interanual del 0,9%, con lo que se sitúa cuatro décimas por encima de la del IPC general.