El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), y los bancos centrales de Canadá, Inglaterra, Japón y Suiza han declarado de manera conjunta que pretenden facilitar el acceso a dinero en dólares para apoyar al sistema financiero global.
Estas entidades también han acordado reducir el coste de las líneas de swaps, o contratos financieros entre dos partes, en dólares. Asimismo, se ha acordado establecer convenios bilaterales de swaps. De esa manera, los bancos centrales podrán tomar liquidez adicionales en su propia moneda.
A través de un comunicado, los bancos centrales han especificado que con esto buscan aliviar las tensiones del mercado financiero y con ello reducir los efectos que se podrían manifestar en el suministro de créditos. Evidentemente, todo esto busca fomentar la actividad económica.
Esta medida coordinada pretende evitar que los mercados se vean obligados a restringir el crédito. Los convenios para swap se mantendrán vigentes hasta el 1 de febrero de 2013.