A diferencia de algunos países donde se considera que la propina tiene un carácter obligatorio, en España esto no es así. Por ello, el monto de la propina depende de cada persona. Esto es una oportunidad de premiar un buen servicio y a la vez de ahorrar un poco de dinero.
El fundamental tener siempre en mente que en España dejar propina no es una obligación. Por tanto, nadie debe sentirse presionado a ello. Sin embargo, dejar propina sí es una manera justa de reconocer o recompensar un buen servicio. Por ello, sí debería ser un hábito común entre los ciudadanos.
Pero al no tener carácter obligatorio, dejar propina depende de la voluntad. Por ello, se puede recompensar a quienes nos hayan atendido bien, pero al mismo tiempo, si nos sentimos mal atendidos, será nuestro derecho no dejar propina.
De esta manera, una puede reconocer el trabajo de una persona, así como el servicio que se ha recibido, y ahorrar algo de dinero.
