La tasa de rebote es una métrica de analítica web que refleja el porcentaje de abandono de visitantes cuando entran en una página web. En este porcentaje influyen una serie de aspectos como la dificultad para encontrar algo concreto, el diseño del sitio, la información que encuentran, etc.

¿Qué mide la tasa de rebote?

La tasa de rebote resulta de gran utilidad para identificar qué usuarios no consideran interesante el contenido de la web o no han encontrado lo que realmente deseaban. Estos entran en la página y sin navegar a través de ningún link acaban cerrando la página.

El porcentaje de rebote óptimo resulta complicado de determinar, ya que dependerá en gran medida del tipo de web. No es lo mismo comparar un blog con una tienda online, o un periódico con una landing page. Por lo general, cuando el tráfico de la web proceda de Google en su mayoría, lo más lógico será contar con un porcentaje de rebote alto. Si por contra, las visitas llegan por medio de post de invitados o de enlaces en páginas parecidas, la tasa de rebote resultará inferior.

¿Cómo se calcula la tasa de rebote?

Muchos sistemas de estadística cifran en 30 segundos el tiempo para que una visita se considere rebote. Esto demuestra que al abandonarla antes del medio minuto el usuario refleja un cierto desinterés.

Cuando hay un porcentaje bajo de rebote es señal de que existe una correcta organización de contenidos y un diseño gráfico bastante correcto, que en realidad invita a continuar con la exploración del sitio.

Para medir la tasa de rebote sólo hay que dividir el número de visitantes que llegan a una sola página de la web (por sesión de navegación) entre el número total de visitantes.

Tasa de rebote = Número total de visitas que visualizan una única página web / Número total de visitas