El término de recaudo suele ser usado cuando se hace un buen acopio de algunos recursos monetarios o bienes físicos. Es decir, que se va a tener una buena custodia de los mismos para que en un futuro se satisfaga una obligación.

El verbo de recaudar es la acción de juntar, amontonar o hacer custodia de algunos recursos con el fin de cubrir necesidades futuras o de terceros. Ahora bien, dependiendo del ámbito en el que nos encontremos, significará una cosa u otra. Veamos algunos casos:

  • Empresas. Para el caso de las empresas, el término de recaudo hace referencia a la recaudación de ingresos en un tiempo determinado. Ésta ingreso se mide por la cantidad de dinero que entra en la empresa: las ventas que se ha realizado en un determinado periodo y a un determinado precio.
  • Administración pública. En este caso, el recaudo puede indicarnos caídas o subidas de la recaudación, induciéndonos a hablar de la variación del consumo o la inversión, aunque también de una crisis económica.
  • Ámbito fiscal. Las empresas son las encargadas de recolectar las diferentes tasas, IVA, IRPF y otros impuestos que son dirigidos a la cuenta del estado y que, por tanto, se deben recaudar y depositar debidamente en unos plazos establecidos. Son las propias empresas las encargadas de recaudar el impuesto necesario a las empresas o clientes suyos para poder enviar ese dinero al Estado correspondientemente dentro de los plazos.