En términos de contabilidad, la gestión de proyectos consiste en la organización y la integración de tareas importantes en el desarrollo y la gestión de un gran proyecto en una empresa, como son los costes relacionados, el seguimiento de las horas, la facturación del proyecto o el planteamiento y el registro de las actividades.

Gracias al registro de las horas de trabajo empleadas para el proyecto, el supervisor puede calcular los costes totales y crear una factura con todas las horas y la contabilidad. Además, puede dar una idea al cliente y a la empresa de si el proyecto es o no rentable. La gestión de proyectos también resulta útil para mantener un registro electrónico de todo el proyecto con el fin de obtener estadísticas y datos que pueden ser analizados en cualquier momento. Así, es posible evaluar cualquier desviación del plan original del proyecto en sus distintas áreas clave.

Para que toda gestión de proyectos sea efectiva, es esencial contar con herramientas y métodos específicos que ayuden a controlar las diferentes tareas del proyecto, como por ejemplo, el análisis de las inversiones y del coste-beneficio, la evaluación de la tendencia en el cumplimiento de objetivos y costes, simulaciones, etc. El control efectivo de un proyecto plantea la posibilidad de definir que está bien encaminado y ejecutado a tiempo y según el presupuesto preestablecido.