El concepto de estatuto tiene varias acepciones en España, pues dependiendo de a qué nos refiramos significará una cosa u otra. Por lo general, cuando se habla de estatuto nos referimos a leyes, obligaciones o bases de un «contrato» que se deben cumplir para el correcto funcionamiento de una acción, empresa o actividad.

Puesto que la web está basada en conceptos económicos, es importante que veamos qué son los estatutos de una sociedad. En ellos se recogen las normas acordadas por fundadores o socios de una organización o empresa con fines o no lucrativos. Los estatutos suelen regular el correcto funcionamiento de la persona jurídica (de la sociedad, fundación o asociación), los cuales han sido elegidos por los propios socios.

Estas «leyes» tienen la función de regular el perfecto funcionamiento de la persona jurídica frente a otras entidades o individuos. Además, tratan de imponer los derechos y obligaciones de los miembros que pertenezcan a ella o tienen alguna relación con respecto a la misma.

El ámbito de actuación de cada estatuto dependerá de la entidad en que nos encontremos y de cómo lo hará: local, regional, nacional, … De este modo, cuando se crean normas específicas para una empresa, debemos poner especial atención de cómo y dónde afecta.

En cuanto a una de las características más relevantes de los estatutos es que suelen ser creadas para cumplir objetivos específicos de la empresa en que nos encontremos. Es decir, será importante tener en cuenta la misión, visión y objetivos que se plantee la empresa a la hora de crear los estatutos para que se puedan alcanzar sin problemas.

Normalmente, los estatutos se han fijado en la empresa desde un primer momento. Suele ser raro que después de su creación o inicio se añadan nuevos estatutos, aunque siempre hay excepciones. Para la creación de nuevos estatutos, los socios o fundadores con más poder tendrán potestad para decidir qué nuevas normas incluir y cuáles no (se puedan deshechar).