Una empresa social es aquella en la que las actividades que se acometen están encaminadas a contribuir de una manera u otra a la sociedad, generando a su vez rentabilidad a través del éxito empresarial. Esto último hace referencia a que las empresas sociales buscan obtener beneficios con su actividad, alejándose de las empresas sin ánimo de lucro.

Características de la empresa social

Las empresas sociales tratan de establecer un objetivo común a perseguir en la sociedad. A partir de él, se establecen las estrategias empresariales para emprender su cometido tratando de respetar dicho objetivo común. No obstante, presentan alguna de las siguientes características más comunes:

  • Como hemos indicado, el principio fundamental es beneficiar a la comunidad a través de un fin específico.
  • Tienen cierto carácter participativo en el que se anima a la sociedad (o un conjunto de ella) a ayudar para conseguir tales fines.
  • Deben garantizar la igualdad de oportunidades evitando cualquier discriminación (raza, sexo, edad, orientación, cultura, etc…).
  • La empresa deberá reducir su dependencia económica y convertirse en autofinanciera (no depender de entidades de crédito para financiar sus proyectos o cometidos).
  • Los beneficios no serán el objetivo principal de la empresa.
  • Aportar los recursos necesarios para capacitar a los usuarios con innovación tecnológica, económica y social.

Como hemos podido comprobar, casi todas las características que definen a las empresas de carácter social dependen de las actividades que hagan en beneficio de todos. Tratan de cubrir necesidades básicas de las personas con objetivos comunes en el planteamiento de sus estrategias empresariales.

Por ejemplo, una empresa de cosméticos puede estar a favor del medio ambiente, y para ello decide realizar sus productos sin necesidad de usar plásticos, no testando sobre animales, usando productos naturales y reciclando el poco plástico que usan; y aún así ser rentables.